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Decisiones

Cuando Dios nos creó, Él nos dio un increíble regalo – libertad para escoger – el poder de la decisión.  Sí bien es cierto que Dios nos ha provisto de Su Palabra para informar, guiar, y dirigir nuestras decisiones, Él nos da la libertad para obedecer o desobedecer; poner atención o ignorar Sus mandamientos e instrucciones.  Nos toca escoger lo que vamos a hacer y quien llegaremos a ser.

La libertad siempre trae sus consecuencias.  Junto con la libertad para escoger viene la responsabilidad por nuestras decisiones.  Dios les dejo bien claro todo esto a Adán y Eva en el Jardín del Edén.  Él les puso delante de ellos dos árboles; el Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal.  Él le dio, a Adán y a Eva, la oportunidad de tomar una decisión.  Aunque eran Su creación y le debían sus propias vidas a Él, Dios quería que ellos le obedecieran y le sirvieran a Él, porque lo así lo decidieron, no porque era una obligación.

Con ésta libertad, Dios incluyó una promesa y una advertencia.  Comer del Árbol de la Vida le traería a Adán y a Eva grandes bendiciones, pero comer del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal los cortaría de tener comunión con su Creador y llevarlos a la muerte.  ¡Ellos tenia la libertad de escoger, pero su decisión determinaría su destino!

Cada día nosotros tomamos decisiones que acarrean consecuencias importantes a nuestra vida – decisiones que afectan nuestro destino.  Cada día nuestras decisiones nos mueven más cerca de Dios y Sus propósitos y planes o nos aleja del destino que Él diseñó para nosotros.

El salmista David comprendió el impacto de sus decisiones.  Esto le motivo a orar una oración, que todos deberíamos de recordar y orar regularmente:

“Guíame, Señor, por tu camino…” Salmos 27:11 (NVI)

David quería asegurarse que él no se apartaría del curso que Dios tenía, por alguna gran decisión mala o una pequeña decisión tonta.  Él quería conocer los caminos de Dios y mantenerse en Sus caminos.  Él comprendía que sus decisiones tenían consecuencias.

Dios nos ha dado a todos un gran regalo – una libertad para escoger – el poder de la decisión.  Con ésta maravillosa libertad, viene una gran responsabilidad.  Nuestras decisiones tienen consecuencias.  ¡Utilicemos nuestro regalo sabiamente!

Pastor Dale

En Sus Marcas, Listos… ¡Espere!

El día de hoy, algo o alguien va a retar una parte muy importante de tu carácter.  En algún momento durante tu día ¡tú paciencia será probada!  Talvez ocurra en la carretera, en el supermercado, con un compañero de trabajo, tu esposa o tus hijos, pero de seguro, ¡vas a ser examinado!

Y como con cualquier examen, recibimos una calificación.  Y con la paciencia, recibimos una calificación de “pasó o no pasó.”  No hay términos medios.  Cuando llega el examen, o somos pacientes o no lo somos.

La paciencia no llega naturalmente.  La impaciencia es nuestra tendencia normal.  Inconcientemente tenemos espectativas definidas de como tienen que salir las cosas en nuestra vida, y a que velocidad tienen que ocurrir las cosas, y ¡Dios no lo permita que algo o alguien se interponga en el camino!

Cuando analizamos objetivamente la impaciencia, podemos ver que muchas cosas malas vienen con ella.  Crea stress en nosotros y en los demás.  Nos lleva a muchas otras emociones y acciones negativas.  Destruye amistades, destruye matrimonios y produce tensión en el ambiente de trabajo y nuestras relaciones.  La impaciencia es la herramienta equivocada para arreglar las cosas.  Talvez logremos algo con ella, pero el daño colateral no es bueno.

Nuestra meta debe ser el de aumentar nuestra paciencia.  La Biblia nos enseña algunas verdades maravillosas acerca de ésta cualidad.

Es una característica que el mismo Dios tiene:

“¿No te das cuenta de que por las riquezas de su generosidad, … y paciencia ha estado aguardando sin castigarte?…” – Romanos 2:4 (NBD)

También es una cualidad que el Señor quiere que desarrollemos:

“… Sean pacientes entre ustedes…” – Efesios 4:2 (NBD)

“…el fruto que el Espíritu produce en nosotros… paciencia…” – Gálatas 5:22 (NBD)

“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, … de paciencia.” – Colosenses 3:12 (NVI)

¿Qué tan paciente eres tú?  ¿Qué te está produciendo impaciencia?  ¿Estas teniendo expectativas de la vida y las personas que no son reales? ¿Tienes el mal hábito de creer que las cosas tienen que ocurrir de la manera en que tú lo quieres?

Lo que sea que te hace impaciente, decide cambiar la manera en que actúas con circunstancias que no esperabas o personas que no se mueven a tu velocidad.  Pídele a Dios que te ayude a que estés relajado y a ser paciente.  Alístate y prepárate para esperar.  ¡Decide esperar pacientemente!

Pastor Dale

¿Terco?

¿Que tan terco es usted?

Tristemente, hay muchas personas que no han comprendido el lado negativo de la terquedad.  Llevan su terquedad como si fuese un reconocimiento de honor;  como si fuese un orgullo porque son “ellos mismos.”  Éstas personas viven la vida “a su manera,” sin importar las consecuencias, y sin que les importe el dolor que sus decisiones producen en los demás.

Una mirada rápida al diccionario nos da una mejor idea de lo horrible que es un espíritu testarudo.  Los sinónimos para terquedad incluyen:

•   Testarudo. •   Cabezón.
•   Malhumorado. •   Voluntarioso.
•   Rígido. •   Intratable.
•   Inmanejable. •   Rebelde.

¡Que gran lista de términos poco halagadores!

Las personas testarudas tienen muchos problemas en la vida, especialmente en sus relaciones.  Son imposibles de dirigir, corregir o enseñar.  Desafortunadamente, también son cegados por lo testarudo que son.  Colocan la responsabilidad de sus dificultades y conflictos en otros por medio de desviar su culpa, justificación o culpando a otros.  Las personas tercas pasan por la vida dejando un montón de problemas sembrados.

En el Antiguo Testamento en el libro de Jeremías vemos una pequeña muestra de varias personas muy tercas.  Jeremías el profeta les advirtió a estas personas una y otra vez que ellos iban a pagar un precio muy alto por su comportamiento pecaminoso.  La respuesta que dieron fue muy interesante.

Veamos lo que le dijeron a Jeremías:

“No vamos a escuchar los falsos mensajes que dices de parte del Señor!  Haremos los que se nos antoje…” – Jeremías 44:16, 17 (NBD)

Sin siquiera parpadear, estas personas resistieron el mensaje que pudo y quiso salvarlos.  Ellos estaban determinados a vivir la vida “a su manera.”  Y tal y como lo profetizo Jeremías, pagaron un precio bastante alto.  Su terquedad los destruyó.

¿Que tan terco eres tu?

Es muy importante que te recuerdes que la terquedad es una característica que trae muchos problemas.  ¡Pídele a Dios que te ayude a reconocer y tratar con la terquedad en tu vida!

Pastor Dale

¡Necesito Ayuda!

¿Necesitas ayuda?

Hay veces cuando tratamos de levantar ciertas cosas que son muy pesadas para hacerlo solos.  En la vida tendremos cargas y presiones que son demasiado pesadas para que una persona sola las lleve.  Hay situaciones cuando nuestra sabiduría no es suficiente para solucionar un problema o resolver un conflicto.  Cada una de éstas circunstancias requieren que pidamos ayuda.

Las buenas noticias son que, hay quien nos ayude.  Veamos lo que el salmista dijo:

“Pero Dios es mi Socorro…” – Salmos 54:4

No siempre se puede depender de una persona para que nos ayude, ¡pero nosotros podemos confiar en Dios!

¿Qué estas enfrentando el día de hoy que es demasiado pesado, tan grande, tan complicado, tan retante, tan doloroso o tan aterrante para enfrentarlo solos?  Llévasele a Dios y pídele a Él que te ayude.  ¡Ponlo en Sus manos y observa como nuestro fuerte y todopoderoso Dios quiere y puede ayudarte!

Pastor Dale

Help Needed!

Do you need some help?

There are times when we try and lift certain things that are too heavy to lift alone.  In life we experience burdens and pressures that are too much for one person to carry. There are situations when our wisdom is not enough to solve a problem or resolve a conflict. Each of these circumstances point to the need for help.

The good news is, help is available. Take a look at what the psalmist said:

“But God is my helper … ” — Psalm 54:4

We cannot always count on people to help us, but we can count on God!

What are you facing today that is too heavy, too big, too complex, too complicated, too challenging, too painful or too scary to face alone? Take it to God and ask Him to help you. Put it in His hands and watch what our strong and mighty God can and will do for you!

Pastor Dale

Todo Va A Estar Bien, Si…

Cuando estas pasando un tiempo muy difícil, una de las cosas más motivadoras que nos pueden ocurrir es el escuchar estas palabras de un amigo leal y fiel; “Todo va a estar bien.  Vas a salir adelante.  ¡Dios te va a ayudar!”

En Jeremías 39 encontramos una promesa similar que se le dio a un hombre por el profeta Jeremías.  Después que el Rey Nabucodonosor atacara Jerusalén, mucha gente fue ejecutada dentro de la ciudad. Había mucho temor en el ambiente, porque todos en Jerusalén estaban especulando si se iban a morir o si iban a vivir.

En esos momentos, Jeremías le dio una profecía a un hombre de Etiopia que vivía en Jerusalén.  Éste hombre ayudó a que le perdonarán la vida a Jeremías varios años atrás.  A través del profeta Jeremías, el Señor le dio éste mensaje:

“… pero a ti te libraré, no serás muerto por aquellos a quienes tanto temes.  Como recompensa por confiar en mí, yo preservaré tu vida y te guardaré a salvo. – Jeremías 39:17, 18 (NBD)

Cuando la vida de Jeremías estaba siendo amenazada, éste hombre se metió como un amigo fiel y arriesgo su propia vida para pretejer al profeta.  En medio de ésta situación, él demostró confianza en Dios y amor por Jeremías.  ¡Y ahora, al enfrentar la amenaza al punto de perder su vida, Dios le prometió que Él intervendría y lo salvaría a el!  ¡Lo que éste hombre hizo por Jeremías, Dios lo estaba haciendo ahora por él!

¿Cual es la lección para nosotros?  ¡Vale la pena confiar y servir fielmente a Dios!  Cuando vivimos una vida de confianza y obediencia, nos colocamos bajo la cobertura de Dios y Sus cuidados.

Así como Dios tenia un mensaje para éste hombre en los días de Jeremías, Él tiene un mensaje para ti hoy, ¡Si tu me confías, yo te voy a rescatar!” Obedece a la Palabra de Dios y descansa en Sus promesas.  ¡Todo va a estar bien!

Pastor Dale

¿Cómo Administrar Tu Estado de Animo?

En los 70’s alguien creo una pieza de joyería que, por un tiempo estuvo muy de moda.  Se llamaba el “anillo del animo.” Éste anillo estaba hecho de una piedra que cambiaba de colores cuando se lo ponían, supuestamente,  basado en el estado de animo de la persona en el momento.  Traía una definición para cada color que cambiaria para que la persona que lo tenia puesto pudiera identificar, al ver el color del anillo, el estado de animo en el que estaba – enojado, ansioso, calmado, relajado, feliz o triste.  Parte de la teoría del anillo era que los estados de animo ocurrían por circunstancias biológicas e involuntarias, y la química del cuerpo lo reflejaría.  Por lo tanto, ¡lo mejor que podíamos hacer era reconocer nuestro estado de animo en ese momento, y seguirle la corriente!

Si bien es cierto, hemos dejado de usar los anillos del animo, desafortunadamente no hemos dejado de seguir la filosofía básica que lo hizo popular.  Muy a menudo nos convencemos a nosotros mismo de que nuestros estados de animo están fuera de nuestro control.  Aparecen en nuestra vida basados en la biología o circunstancias o lo que sea.  No podemos hacer nada al respecto.  Tenemos que disfrutarlos cuando son buenos y sufrirlos cuando no son tan buenos.  Vienen y se van, y no han mucho que podamos hacer al respecto.  Y cuando no son tan buenos, nuestra actitud es ¡“Déjame en paz, que estoy de mal humor!”

Hay ciertos ritmos biológicos en la vida y reacciones, inconscientes que escogemos por los químicos en nuestro cerebro que afectan nuestro estado de animo y sentimientos, pero no estamos a la merced de nuestros estados de animo, sin tener control sobre ellos.  De acuerdo a la Biblia, no estamos exentos de responsabilidad por nuestros estados de animo.  Las Escrituras nos enseñan que los estados de animo pueden controlarse.  Las actitudes y emociones pueden cambiarse.

Mira lo que el Apóstol Pablo nos instruyo de como administrar nuestros estados de animo:

“Dios los ama a ustedes y los ha escogido para que pertenezcan al pueblo santo. Revístanse de sentimientos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia. Sopórtense unos a otros, y perdónense si alguno tiene una queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Sobre todo revístanse de amor, que es el lazo de la perfecta unión. Y que la paz de Cristo reine en sus corazones, porque con este propósito los llamó Dios a formar un solo cuerpo. Y sean agradecidos.” – Colosenses 3:12-15 (DHH)

Éste pasaje está lleno de instrucciones para administrar nuestro estado de animo.  En ninguna parte se nos dice que simplemente dejemos que nuestros sentimientos nos lleven a donde quieran.  Se nos enseña a que escojamos nuestro estado de animo – determinar nuestra actitud – en lugar de pasivamente permitirles que nos dominen y controlen.

Oswald Chambers, en su maravilloso devocional, “Mi Meditación Diaria” (del Ingles “My Utmost For His Highest”) hace éste comentario con relación a la administración del estado de animo de un Cristiano creyente:

“Hay ciertas cosas por las que no debemos orar – estados de animo, por ejemplo.  Un estado de animo nunca se maneja orando, se administra… es un esfuerzo constante de no hacerle caso a nuestro estado de animo el cual está cambiando por una condición física, nunca dejarnos vencer ni por un segundo.  Tenemos que tomarnos por el cuello y despojarnos de eso, y nos daremos cuenta que podemos hacer lo que dijimos que no podíamos…”

Un gran objetivo para cada uno de nosotros es llegar a ser mejores administradores de nuestro estado de animo.  ¡Es un gran reto, pero por la recompensa, vale la pena el esfuerzo!

Pastor Dale

Cómo Tener un Gran Día

Nuestras vidas están formadas de días individuales.  Cómo vivimos cada día, en conjunto, determina la calidad de nuestras vidas.  Mejore sus días y mejorará su vida.

A medida que va avanzando cada día, éstas son algunas sugerencias que nos ayudarán a mejorar nuestros días, y finalmente nuestra vida.

Cada día:

  • Invierta tiempo con Dios en oración, alabanza y reflexión en Su Palabra.
  • Tome tiempo para conectar emocionalmente con su esposa y familia.
  • Sea amigable.
  • Haga algo fuera de lo ordinario para ayudar y servir a alguien mas.
  • Sea agradecido y exprese su gratitud.
  • Honre y complemente a otros de una manera sincera y generosa.
  • Déle algo a alguien.
  • Haga su mejor esfuerzo en las áreas y responsabilidades que le corresponden.
  • Entréguele sus problemas y sus cargas a Dios y confíe que Él cuidará de usted.

No es de dudarse que haciendo estas cosas usted mejorará su día.  ¡Y al hacerlo consistentemente mejorara su vida! ¡Pruébelo!

Pastor Dale

Ganando Tus Batallas

Así como hay un mundo físico que podemos ver con nuestros ojos naturales, la Biblia nos enseña  que también hay un mundo espiritual que nos rodea, el cual no podemos ver.  Éste mundo está poblado con fuerzas espirituales.  Ángeles que sirven al propósito de Dios en la vida de las personas.  También hay seres malignos que se oponen al propósito de Dios.  Y hay muchas batallas que están ocurriendo en el mundo invisible.

Veamos lo que el Apóstol Pablo dijo acerca de la batalla espiritual:

“Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.” – Efesios 6:12

Algunas veces, nos encontramos en medio de ataques espirituales.  Sentimos la opresión de fuerzas malignas que no vemos, atacando y oprimiéndonos.  Sentimos como que somos el punto de ataque en una batalla, como el blanco de la artillería de nuestro enemigo.  Espíritus malignos que están tratando de derrotarnos y destruirnos.

¿Cómo ganamos batallas como estas?

El salmista aprendió como ganar en una guerra espiritual.  Él descubrió que la victoria viene de Dios.  Él experimentó como Dios intervino para ayudarle a ganar las batallas que él no podía ganar por si solo.

El Rey David dijo lo siguiente:

“Por ti derrotamos a nuestros enemigos; en tu nombre aplastamos a nuestros agresores.” – Salmos 44:5

Es muy importante que recordemos que Dios es la fuente de nuestra victoria.  Hay batallas que solo Dios puede ganar.  A pesar de que hay que pelear  agresivamente los ataques de éste mundo invisible, pero muy real, solo Dios puede darnos el poder para vencer a éstos adversarios.  Si bien es cierto que debemos pelear en batalla contra nuestros enemigos espirituales, sólo el poder de Dios, dado a través de la autoridad de Su nombre puede, y va a vencerlos y destruirlos.

¿Estas luchando una batalla espiritual hoy?  ¡Dios viene a tu rescate!  Párate firme en contra los enemigos tenebrosos de nuestra alma, invocando Su nombre, y confiando en el poder de Dios para ayudarte.  Recuerda, Dios nunca a perdido una batalla.  ¡Si tu te acercas a Él, puedes estar seguro que tu situación no va a terminar en una derrota!

Pastor Dale

La Vida Abajo

¡Se dice que el orgullo es una enfermedad que enferma a otros!  Y es verdad.  Hay ciertas cosas que son enfermizas de una persona que es fanfarrona, arrogante y llena de orgullo.  El estar cerca de alguien así produce nausea emocional.

Pero hay algo aun más preocupante de alguien que tiene orgullo.  Y es que es muy fácil detectarlo en otros, pero somos muy lentos en identificarlo en nosotros mismos.  De hecho, muchas personas que son orgullosas viven toda su vida sin nunca darse cuenta de los síntomas del orgullo o eliminar éste problema en sus almas.

El orgullo es algo horrible.  Se manifiesta a través de actitudes prejuiciosas y juzgonas, confrontaciones argumentativas, relaciones contenciosas, culpando y avergonzando a otros, una sensación proyectada de superioridad, y en general un acercamiento a la vida de “un sabelotodo.” Reproduce un espíritu rebelde.

Las personas orgullosas tienen mucha dificultad sirviendo a otros de manera genuina y sin que sean reconocidos, estar fuera de los reflectores, pedir perdón por sus errores, pecados y fallas, seguir instrucciones u ordenes con agrado, apreciar y reconocer a otros por sus contribuciones.

Las personas orgullosas nunca desarrollan un corazón verdaderamente agradecido.  Talvez finjan apreciación a Dios y los demás, pero en lo profundo del corazón hay un sentimiento de que merecen lo que han recibido, piensan que por su arduo trabajo se han ganado lo que reciben, que tienen un gran intelecto o mejores habilidades que otros, y que sólo ellos se merecen ser reconocidos.  Ellos tienen envidia del éxito de otros y son condescendientes en sus conversaciones.

¿Qué piensa Dios de todo esto? Hay un versículo en la Biblia que se aplica y en breve responde a ésta pregunta:

“…Por eso la Escritura dice: ‘Dios está en contra de los orgullosos, pero a favor de los humildes.’” – Santiago 4:6 (NBD)

Debería hacernos recapacitar y más aún, aterrar, el pensar en atraer la oposición de Dios sobre nosotros.  Pero, de acuerdo a la Biblia, ésta es la respuesta de Dios a la presencia del orgullo.

En varias ocasiones Jesús comunicó las consecuencias de éste pecado.  Ésta es una de las cosas que Él tenia que decir con relación al orgullo:

“Porque el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” – Mateo 23:12 (NVI)

Jesús nos enseñó que una actitud arrogante, llena de orgullo, al final será humillada.  Si el orgullo no nos afecta en ésta vida, de seguro lo hará en la vida venidera.

¿Cual es el antídoto contra el orgullo?  ¡Humildad!  No humildad fingida, pero verdadera humildad; como la que Jesús demostró:

“La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz! Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre… “ – Filipenses 2:5-9 (NVI)

¡Jesús nos demostró que el camino hacia arriba es abajo!  Cuando nos humillamos a nosotros mismos, estamos atacando un serio problema del alma – el pecado del orgullo.

Decidamos el vivir en humildad.  Pongamos a un lado el orgullo y caminemos en humildad con Dios y los demás.

Pastor Dale

Un Grupo Especial

Al terminar el Apóstol Pablo su segunda carta a los Cristianos viviendo en la ciudad de Corinto en Gracia, escribió estas palabras:

“Concluyo con estas palabras:  Estén contentos, busquen su restauración, consuélense, vivan en paz y armonía, y el Dios de amor y paz estará con ustedes.” – 2 Corintios 13:11 (NBD)

Aunque hay muchas cosas que valdrían la pena estudiar en las instrucciones que Pablo da en éste versículo, enfoquémonos en una palabra muy simple.  “consuélense.” Que mundo tan diferente sería si todos pusiéramos esto en práctica.

Hace poco mi esposa y yo estábamos hablando de alguien muy amada por nosotros.  Ambos estábamos describiendo a esta señora como una increíble consoladora.  Ella vive para consolar a otros.  Sus palabras y tarjetas siempre son motivadoras, afirmadoras y que llegan a tiempo.  Aunque tiene problemas y retos en su vida, ella nunca deja de comunicarse positivamente, consolando a otras personas.  ¡Ella está haciendo lo que el Señor quiere que todos nosotros hagamos!

Aunque algunas personas pareciera que son motivadoras por naturaleza, todo creyente debería de desarrollar ésta cualidad.  No es un don para algunos, es una decisión que debe ser tomada por todos.

¿Qué quiere decir el motivar a otros? ¿Cómo hacemos esto?

Una de las palabras traducida como “motivadores” en la Biblia sale de un termino Hebreo que quiere decir “alimentar y atender.” Era usado para describir a los pastores llevando a sus ovejas a buenos pastos en donde podían alimentarse hasta estar satisfechas.  Los pastores “motivaban” a sus ovejas asegurándose que se nutrieran y fortalecieran.

De una manera espiritual y emocional, nosotros somos llamados a hacer lo mismo.  Tenemos que alimentar a otros de maneras que levanten su fe, aumentar su confianza en Dios, a ayudar a tomar decisiones que los lleven a vivir los propósitos de Dios y creer en los planes que Dios tiene para sus vidas.  ¡Somos llamados a motivar a otros!

Veamos otro versículo en el que Apóstol Pablo nos lleva a éste llamado de motivar a otros:

“Nunca empleen un lenguaje sucio; más bien digan palabras que les hagan bien a los que las oyen y los ayuden a madurar.” – Efesios 4:29 (NBD)

Tristemente, el lugar de motivar a otros, ¡muchos pareciera que tienen una habilidad única para desanimar a las personas!  ¡No permitas ser así!

Todos somos bendecidos cuando se aparecen los motivadores en nuestras vidas.  Nos recordamos de ellos y nos rodeamos de ellos.  Los motivadores sobresalen de los demás, especialmente porque son tan pocos.  ¡Decídete a ser parte de éste grupo tan especial!

Pastor Dale

Las 3 Rs para Vencer el Enojo

¿Qué es lo que te enoja?

Todos los días un enojo destruye amistades, matrimonios, reduce grandemente productividad personal y corporativa, y distorsiona las emociones humanas.  Cuando fallamos en tratar el enojo apropiadamente, el enojo es un agente corrosivo que hace un hoyo en nuestros corazones.  Inevitablemente se rebalsa hacia otras personas.  El resultado final es horrible y doloroso.

Veamos lo que Dios tiene que decir acerca del enojo:

“Deja el enojo, abandona el furor; no te enojes, porque eso empeora las cosas.” – Salmos 37:8 (DHH)

Dios dijo que dejáramos el enojo.  No debemos darle lugar en nosotros.

El dejar de enojarnos comienza sabiendo lo que lo comienza.  El enojo es un resultado de ciertas maneras de pensar.

Nos enojamos cuando:

  • No se cumplen nuestras expectativas.
  • Nuestro orgullo es ofendido.
  • Los objetivos que buscamos son bloqueados.
  • Nuestros sentimientos son lastimados.

Cuando nos enojamos por éstas cosas, reaccionamos de diferentes maneras.

Algunas personas son:

Internalizadores.

Los “internalizadores” guardan su enojo.  Ellos acumulan su enojo, y con el tiempo ese veneno se filtra en sus almas, apaga sus emociones e incapacita sus relaciones.  Usualmente, “internalizadores” ni siquiera se han dado cuenta de su enojo o el impacto que está teniendo en ellos o en las personas a su alrededor.  Está escondido en sus corazones, sin reconocerlo y sin tratarlo.

Hervidores

Los “hervidores” son una raza diferente.  Éstas personas están agitadas, irritadas y frustradas.  Su enojo no está escondido.  Cualquiera puede verlo y sentirlo en ellos.  Son como una olla en una estufa encendida a fuego medio o alto, una presencia intensa y caliente.  Nunca se sabe cuando o donde van a explotar.  Éstas personas viven la vida intimidando con sus quejas y amenazas.

Rebalsadores.

Los “rebalsadores” hacen lo que su nombre indica.  Lo que está dentro sale para afuera, y quienquiera que está cerca queda embarrado con lo que salio.  Los “rebalsadores” gritan y vociferan.  Como un tornado emocional, explotan y después se disipan, pero dejan mucha destrucción en su camino.

El internalizar, hervir o rebalsar son todas malas opciones cuando se trata del enojo.  Todas son una mala forma de tratar con el enojo.  Dios dijo “¡déjalo!” La pregunta a hacerse entonces es, “¿Cómo?”

Éstos son algunos de los pasos que debemos tomar para disipar y vencer el poder controlador del enojo.  Podríamos llamarlos las “3 Rs para vencer el Enojo:”

R = Reconocer.

Aprenda a reconocer su enojo.  Muy seguido somos consumidos por el enojo sin darnos cuenta de lo que nos está pasando.  Desarrolle una sensitividad personal a las señales y síntomas del enojo en su propia alma.  ¡No permita que se le salga!

R = Reflexionar.

El reflexionar es pensar acerca de algo cuidadosamente y en silencio.  Es el contemplarlo.

El enojo no le gusta la reflexión, demanda una reacción.  Nos pide a gritos que descuidemos el ser cuidadosos; diga lo que quiera decir y haga lo que le haga sentirse mejor.  ¡No permita que el enojo le gane!

Cuando se de cuenta que que esta enojado, deténgase, de un paso atrás, muérdase los labios y tome control de su mente.  Tome tiempo para identificar de donde está saliendo el enojo. Pregúntese ¿Qué está haciendo que me enoje?  ¿Qué lo comenzó todo? ¿Qué me hace vulnerable a enojarme? Es bueno reflexionar en las consecuencias del enojo.  ¿Qué daño causará a mi y a los demás si no tomo control de mi enojo?

R = Radical.

Toma una decisión radical para abandonar el enojo.  Entrega tus desilusiones, ofensas, frustraciones, y heridas a Dios.  Toma la determinación de que harás lo que sea necesario para asegurarte que el enojo no te invadirá, envenenará o contaminará.  Perdona.  Acepta las desilusiones y atrasos pacientemente, confiando en el plan y tiempo de Dios.  No te endurezcas con orgullo.  Se humilde.  ¡Simplemente, déjalo ir!

Nada nos puede robar la paz y el gozo así como destruir nuestras relaciones tan rápido como el enojo.  ¡Rompe ésta atadura en tu vida!

Pastor Dale

¡NO SE OLVIDE!

¿Alguna vez se ha olvidado de algo que necesita recordar desesperadamente?  Muchas veces metemos a otros y aun a nosotros mismo a problemas y dolores de cabeza, porque nos olvidamos de ciertas cosas que debimos haber recordado.

El apóstol Pablo, a menudo le recordaba a los creyentes, principios y fundamentos claves para la vida.  Sabiendo que la tendencia humana es ha olvidar, en sus escritos inspirados por el Espíritu Santo, constantemente re enfoca nuestra atención en las verdades espirituales que no debemos olvidar.

Un ejemplo de esto, lo encontramos en el libro de los Hechos. Pablo, al estar compartiendo de su corazón con los lideres de la iglesia de Efesios, él les dio un recordatorio muy importante. Sus palabras son muy importantes para nosotros también:

“… Y recordar las palabras del Señor Jesús que dicen: ‘Hay más dicha en dar que en recibir.’” – Hechos 20:35 (NBD)

Pablo dijo, “No se olviden que el dar es una de las mejores cosas que podemos hacer.  ¡Es el camino para ser verdaderamente feliz y bendecidos!”

Ésta es la clase de pensamientos que van en contra del pensamiento humano.  La mayoría de las personas piensan en felicidad y bendición cuando están recibiendo algo.  Entre más cosas tenemos, pensamos que estamos más bendecidos.

¡No es cierto!  Dios dijo que es todo lo contrario.  ¡La personas más felices y bendecidas del mundo no son las que se concentran en recibir, pero son aquellas que han aprendido y practican el principio de dar!  ¡Las personas generosas son personas verdaderamente felices!

¿Por qué es tan importante el dar?

Dar, es una de los formas más importantes que Dios usa para trabajar en nuestro corazón.  Dar, es una expresión práctica de nuestra confianza genuina en Dios.  Dar, confronta la codicia y rompe las ataduras del temor.  Nos ayuda a liberarnos del enfocarnos únicamente en nosotros.  Las personas codiciosas o tacañas son personas con una mente y corazón muy pequeño.  Una falta de generosidad es una muestra de la verdadera condición de nuestra alma.  Las personas generosas son personas con un gran espíritu.  Estas personas han permitido que Dios los estire y moldee para ser verdaderos canales de bendición.

Véase honestamente a usted mismo por un momento.  ¿Qué tan generoso es usted? ¿Da usted regularmente y gozosamente a la obra de Dios?  ¿Estira sus músculos de dar regularmente con nuevos retos que usted se hace para ser cada vez más dadivoso?  ¿Estas creciendo como un dador?  ¿Estas permitiendo que Dios trate con cualquier situación en tu corazón que está resistiéndose a ser dadivoso?

Algunas veces se nos olvida las cosas que desesperadamente necesitamos recordar.  Esto es cierto cuando se trata de dar.  Necesitamos consistentemente, recordarnos a nosotros mismo de la lección que Jesús nos enseñó por medio de Sus palabras y acciones, “Es más bienaventurado dar que recibir.”

Pastor Dale

Cuando no sabemos que hacer

Hay momentos en el transcurso de nuestra vida cuando nos encontramos en situaciones que son muy difíciles de comprender y duras de enfrentar.  Estamos perdidos – sin saber que hacer.  En momentos como estos, nuestras habilidades, sabiduría, y recursos personales o experiencias, no son suficientes para llenar las necesidades que tenemos, responder a la amenaza que enfrentamos o para escoger el mejor camino para nuestra vida.

¿Qué hacemos en ocasiones como estas?

Aprenderemos una gran lección de como manejar situaciones como estas en una historia del Antiguo Testamento.  Josafat, uno de los reyes de Judá, estaba enfrentando una situación muy difícil.  Tres ejércitos enormes planearon atacar ésta pequeña nación.  Josafat fue superado en número y en recursos por estos ejércitos.  Todo, en ésta situación, indicaba un desastre seguro para Josafat y su pequeño país.

Pero Josafat tenia algo muy bueno de su parte.  ¡Él conocía a Dios!  ¡Aunque Judá era pequeño y débil, Dios es grande y fuerte!  ¡Aunque un analisis natural de la amenaza indicaba una derrota segura, agregando a Dios a la ecuación definía victoria!

Veamos lo que Josafat hizo al enterarse de los ejércitos que se aproximaban:

“Los habitantes de todas las ciudades de Judá llegaron para pedir juntos la ayuda del Señor.” – 2 Crónicas 20:4

Lo primero que el rey hizo fue llamar una reunión de oración.  Él sabia que Judá necesitaba la ayuda de Dios, y él no titubeó en pedirla.

Josafat concluyó su oración pidiendo ayuda a Dios con una declaración poderosa, importante y educacional:

“…No sabemos que hacer, pero nuestros ojos están puestos en Ti.”

En medio de la inseguridad, incertidumbre y consternación, el Rey Josafat tomo la decisión que hizo una gran diferencia en su situación.  Él se enfocó en Dios.  ¡Él quitó sus ojos del problema y los puso en el Único que tenia la solución!

Ésta es una gran lección para nosotros.  Cuando estamos enfrentando algo que está debilitando tu fe, fuerza o habilidades, o amenazando tu destino, y no sabes que hacer, haz lo que Josafat hizo.  Quita tus ojos del problema y enfócate en el Único que tiene la solución para tu problema.

¡Dios no defraudó al rey Josafat.  El Señor le dio a Judá una victoria increíble y sobrenatural.  Y cuando ponemos los ojos en Él, el Señor no nos defrauda tampoco!

Pastor Dale

Alistandonos para éste fin de semana

¡Estoy muy entusiasmado porque llegue éste fin de semana!

Continuaremos nuestra serie de mensajes, “Lleno de Fruto!” Estamos viendo una de las grandes enseñanzas de Jesús acerca de cómo vivir una vida verdaderamente llena de fruto, una vida productiva.  ¡Haga planes para estar con nosotros!

En nuestra Sede de Gaithersburg:

Sábado: 5 y 7 p.m.

Domingo: 9 y 11 a.m., 1 y 4 p.m.

Para la dirección de nuestra Sede de Gaithersburg

También, haga planes para unírsenos el próximo Domingo por la tarde a las 6:30 para nuestra noche de alabanza en nuestra Sede de Gaithersburg,  No se lo pierda.  Será un noche espectacular y especial.  ¡Asista y traiga un amigo!

¡Estoy anticipando verlos éste fin de semana!

Pastor Dale

Intervenciones Divinas

¿Cree usted en intervenciones Divinas?

Una intervención Divina es una reunión especial, una conexión imprevista, una oportunidad que Dios da en el día por medio de Su guianza providencial.  Es una situación, cuando y donde el Señor, nos da un momento único para compartir Su amor con otros o ser una bendición a alguien más.  Es Dios irrumpiendo en tu mundo para usarte, motivarte o darte una conexión importante con alguien para el futuro.

El salmista describió su creencia en “Intervenciones Divinas:”

“Los pasos de los Buenos son guiados por el Señor.  Él se deleita en cada paso que dan.” – Salmos 37:23 (NBD)

Cuando rendimos nuestras vidas y nuestros días a Dios, Él, activamente se involucra con nosotros.  De acuerdo a Las Escrituras, Él intencionalmente y con propósito dirige nuestros pasos.  Él se involucra personalmente en nuestras vidas, incluyendo a muchas personas con las que nos encontramos y las oportunidades que se nos presentan.  Él define un camino para nosotros, y nos guía por el.  ¡Cada día se convierte en una emocionante aventura cuando anticipamos que Dios se mostrará en nuestro mundo!

Dios tiene hoy, intervenciones Divinas para ti.  ¡Pídele que te permita ser sensible a éstos momentos divinos en tu vida.  Ora por ellos, búscalos, escúchalos, y aprovéchalos al máximo!

Pastor Dale