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Dejando Una Buena Impresión

¿Qué clase de impresión dejas en otros?

Cuando era un adolescente, aprendí algo acerca de impresiones.  Por muchos años yo tuve interés en manualidades con cuero.  Compré un juego de herramientas y selladores para marcar cuero y mostré un poco de creatividad haciendo una variedad de cosas como cinturones,  correas para guitarras y pulseras.  Utilizando las herramientas y los selladores con el martillo apropiado, podía imprimir y marcar ciertos diseños, nombres y frases en el cuero mojado.

Muy pronto descubrí que una vez golpeado con el martillo, el cuero queda marcado permanentemente.  No hay segundas oportunidades o cambios.  La marca que se hace es la impresión que quedará.  Sin tener que decírselos, desperdicie mucho cuero en las primeras etapas de mi entretenimiento.  Con el tiempo aprendí a ser más cuidadoso con el uso de las herramientas.   Con mucho cuidado, los errores y desperdicios se redujeron bastante y ¡mis esfuerzos de hecho me produjeron un poco de dinero para usar mientras estudiaba en la Universidad!

¿Qué tiene que ver ésta historia con mi vida ahora? ¡Mucho!

Cada día, nos demos cuenta o no, dejamos impresiones en otros.  El Apóstol Pablo nos recordó esto:

“…sé ejemplo de los fieles en la forma en que hablas y vives, en el amor, en la fe y en la pureza.” – 1 Timoteo 4:12 (NBD)

La palabra Griega que usó Pablo para “ejemplo” es muy instructiva.  Es una palabra que quiere decir “una marca, huella o impresión.”

A través de palabras y patrones de nuestra vida dejamos una huella en otros – dejamos marcas o impresiones en sus vidas.  Podemos dejar marcas con algo bueno o algo malvado.  Y muchas veces, cualquier impresión que dejamos en alguien durará – no hay oportunidades para volver a hacerlas.  Si lo hacemos mal, si golpeamos de manera equivocada, talvez no tengamos la  oportunidad de corregir nuestro error.  Yo estoy seguro de que usted, al igual que yo, anhelamos tener una oportunidad para corregir un comentario que hicimos, una actitud que mostramos, o un mal ejemplo que dimos, pero no pudimos.

Pablo uso tres palabras para describir la manera en la que Dios quiere que impresionemos a otros.  Debemos marcarlos con nuestro:

  • Amor.
  • Fe.
  • Pureza.

Cuando las personas se relacionen con nosotros, deberían de irse marcados con la manera en que amamos a Dios y a las personas, la profundidad de nuestra fe sincera, y la pureza moral e integridad de nuestro carácter.  Éstas son las marcas que debemos dejar en nuestro caminar – impresiones de las que no nos arrepintamos y oportunidades que nunca desperdiciamos.

¿Y tu? ¿Qué impresiones estas dejando en otros? ¿Cuando las personas se encuentran contigo, son marcadas con tu amor, fe y pureza?

¡Tomemos la decisión de hacer todo lo que esté de nuestra parte, confiando en la gracia de Dios y el poder en nosotros, para dejar una buena impresión en las personas que Él coloca en nuestras vidas!

Pastor Dale

¿Afligido(a)?

¿Qué te está afligiendo?

Las aflicciones son parte de la vida.  Es algo que todos experimentamos.  No importa que tan perfecta la vida de alguien pareciera por fuera, todos han tenido aflicciones personales – aflicciones que la fama, fortuna o los amigos no pueden arreglar.

Las aflicciones vienen de muchas maneras diferentes.  Nuestros corazones y nuestra mente se ponen ansiosos, perturbados y agitados por muchas cosas.  Hay aflicciones en nuestras relaciones, en nuestras finanzas, en nuestra salud – y la lista sigue y sigue.

El ser un Cristiano creyente no nos libra de estas cosas.  Son parte de la vida.  Observe lo que Jesús dijo acerca de lo inevitable de las aflicciones:

“… En este mundo afrontarán aflicciones…” – Juan 16:33 (NVI)

La diferencia entre un Cristiano creyente y alguien que no es creyente no se encuentra en la presencia o ausencia de aflicciones en su vida, pero en cómo respondemos a ellas.

Jesús nos enseñó que, si bien es cierto tendremos aflicciones, no debemos preocuparnos.  ¡Las aflicciones no quieren decir que tenemos que estar afligidos!

Jesús enfatizó la diferencia entre las aflicciones que enfrentamos y la manera en la que debemos manejarlas.  Él nos mostró que, aunque las aflicciones son inevitables, el estar afligido no debe ser.  Podemos escoger otro camino – el camino de la confianza y la paz:

“No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí.” – Juan 14:1 (NVI)

“La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.” – Juan 14:27 (NVI)

Entonces, ¿cómo enfrentamos las aflicciones sin estar afligidos? ¡Debemos hacer lo correcto con ellas!

El salmista nos dio la receta para tratar con las aflicciones:

“En mi angustia, supliqué a Dios y me respondió.” – Salmos 120:1 (NBD)

Cuando enfrentamos aflicciones nuestra tendencia es de cargar con ellas, preocuparnos y angustiarnos.  O, se las llevamos a otros, esperando encontrar una fuente de ayuda.  El salmista nos provee otra alternativa.  En sus experiencias personales de la vida él aprendió que lo mejor que podemos hacer cuando llegan las aflicciones es primero llevárselas a Dios.

¿Qué te está afligiendo hoy?  En lugar de usar tu energía en preocuparte, angustiarte y temer, lleva tus aflicciones a Dios.  Suplícale a Él.  Pon tu confianza en Él.  ¡Hay una respuesta esperando por ti!

Pastor Dale

El Gran Valor de los Colaboradores

¿Qué clase de colaborador eres tu?

Detrás de los grandes logros, que las organizaciones y movimientos alcanzan están los desconocidos, los héroes – grandes colaboradores.  Estos “gigantes silenciosos” trabajan en lugares desconocidos, ayudando y sirviendo a otros con un compromiso incansable e inconmovible por alcanzar la misión.  Nada importante ocurre sin estos colaboradores.

No hay duda de que uno de los más respetados y productivos lideres de la primer década en la iglesia fue el Apóstol Pablo.  Sus múltiples viajes misioneros produjeron la fundación de muchas Iglesias.  Inspirado por el Espíritu Santo, ¡Pablo escribió no menos de 13 de los 27 libros del Nuevo Testamento!

Su estatura, caracter, sabiduria, resistencia y tenacidad espiritual son un modelo para todos los creyentes.  Pero Pablo reconocio la importancia de sus colaboradores en el ministerio.  El no hubiese podido hacer lo que hizo sin la ayuda de personas como Timoteo, Tito, Silas, Epafras, Aristarco, y muchos otros.

Al final de las cartas de Pablo a los creyentes de Colosa, él escribió acerca de algunos de ellos.  Él comenzó su reconocimiento con una nota pequeña acerca de un hombre llamado Tíquico.  Vea lo que Pablo tenia que decir de él:

“… nuestro muy amado hermano… Él es muy trabajador y sirve al Señor conmigo.” – Colosenses 4:7 (NBD)

Ésta corta presentación nos dice mucho acerca de un hombre que de otra manera no se hubiese sabido nada. Tíquico fue:

  • “Amado” por Pablo. Había algo acerca de éste hombre que emanaba amor y que hizo que la gente lo amara a él.  Él era un hombre al que se le amaba.  Él se comportaba de maneras y demostraba actitudes que lo hacían fácil de amar.
  • Un “ayudador fiel” para Pablo. La palabra Griega usada para “fiel” quiere decir “digno de créele, confiarle o confianza.” Tíquico nunca defraudó a Pablo.  Él fue un hombre con el que Pablo podía contar, y un hombre con el que Pablo contó.  La palabra Griega para “ayudador” es la que se usa básicamente para decir “servidor.” Era usada para describir a alguien que servia de manera práctica, y alguien que buscaba activamente oportunidades para ser de ayuda a otros.
  • Un hombre que continuó sirviendo con Pablo. Pablo dijo de Tíquico, “Él es un hermano amado… que SIRVE conmigo en la obra del Señor.” “Servir” habla de una acción continua.  Era algo que Tíquico hacia y seguía haciendo.  La adversidad del encarcelamiento de Pablo en Roma por predicar el Evangelio no le desanimo o disminuyó el servicio que éste hombre hacia para la obra del Señor.  Él continuo sirviendo.  Pablo sabia que podía contar con él!

¿Qué lecciones podemos aprender del ejemplo de este “amado y fiel hermano colaborador” del Apóstol Pablo?  Una lección es la de ¡comprender el valor, significado y gran importancia para el Reino de los colaboradores!

Si bien es cierto que muy pocas personas se levantan a ser de la prominencia del Apóstol Pablo, todos podemos ser como Tíquico.  Todos podemos aprender a ser ¡amados hermanos/hermanas fieles colaboradores que sirven!”

¿Qué clase de colaborador eres tu para el Reino?

Pastor Dale

El Desastre de tus Palabras

¿Qué clase de desastre dejas con tu lengua?  ¿Qué tamaño de turbulencia dejas con tus palabras?

El diccionario define la “turbulencia” como “un reguero de perturbación dejado por algo.” Es el desastre que dejamos cuando hemos pasado por un lugar, situación o participado en una conversación en particular.

Nada crea más holas turbulentas y peligrosas en la vida de otras personas como nuestras palabras.  Palabras de enojo, insultantes, degradantes, palabras insinuantes, groseras, palabras de juicio, criticonas, comentarios entre dientes y sarcásticos, palabras sensuales, insinuadoras, chismosas, profanas, malas palabras, conversaciones que se vuelven enfermizas y palabras similares – todas estas tienen un impacto horrible y destructivo que va más allá de lo que nos imaginamos.

La Biblia es muy clara acerca de lo demoniaco, de la naturaleza infernal de una lengua sin disciplina:

“… la lengua es un fuego. Es un mundo de maldad puesto en nuestro cuerpo, que contamina a toda la persona. Está encendida por el infierno mismo, y a su vez hace arder todo el curso de la vida.” – Santiago 3:6 (DHH)

¿Cuánto daño estas ocasionando a diario con tus palabras? ¿Cuantos corazones están heridos, cuanta productividad se a perdido, cuantas relaciones están destruidas, cuando conflicto y disensión fue comenzado y alimentado, cuanto potencial se ha perdido, todo porque hemos fallado en dominar una lengua indomable?

El Apóstol Pablo quiso ayudarnos a evitar esas olas destructivas que salen de nuestras palabras.  Inspirado por el Espíritu Santo, él dio una instrucción por la que debemos vivir para evitarnos mucho dolor y guardarnos de generar una terrible turbulencia con nuestra lengua.  Observa lo que él tenia que decir:

“Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben saber también cómo contestar a cada uno.” – Colosenses 4:6 (DHH)

“Se cortes en tus conversaciones.  La meta es de obtener lo mejor en otros en una conversación, no para hacerlos sentir mal, no para interrumpirlos.”  Colosenses 4:6 (Traducido)

Piensa en lo que dejas atrás con tus palabras.  Toma la decisión de que tus comentarios y conversaciones con los demás siempre serán agradables.  Determina que, en lugar de dejar un camino de turbulencia con tu lengua, ¡dejaras bendición!

Pastor Dale

Información Actualizada y Agradecimiento Especial

Como algunos de ustedes saben, alrededor de las 5:00 a.m. del Sábado, Agosto 7, experimenté un evento cardiaco en mi casa que hizo que fuera transportado a uno de nuestros hospitales locales.  Después de muchas horas de observación, chequeos y consultas, se decidió que la dirección más sabia a seguir era el transferirme al Washington Hospital Center para que se hiciera una cateterización del corazón y obtener una mejor idea de lo que estaba pasando.

Al día siguiente, Domingo, Agosto 8, se hizo el procedimiento y el cardiólogo descubrió 2 arterias del lado izquierdo de mi corazón que estaban bloqueadas, aproximadamente un 70-80%.  Realizaron una angioplastia en cada una de estas arterias y colocaron un tubo para solucionar la situación.

Estoy muy agradecido con Dios por el cuidado maravilloso y profesional que recibí mientras me transportaban al hospital, en ambos hospitales, y las personas que me atendieron durante y a través del procedimiento.  También estoy agradecido por mi maravillosa esposa y familia que estuvieron todo el tiempo conmigo, cuidándome amorosamente.  ¡Y más importante, estoy profundamente agradecido al Señor quien por su gracia me ha guardado!

Estoy en casa descansando y recuperándome, y reponiendo mis fuerzas día a día.  ¡Estoy bien y debería estar de vuelta al 110+% muy pronto!

También quiero agradecerles a todos ustedes que han estado orando por mi.  Su amor y oraciones son muy valiosas para nosotros.  ¡Están haciendo la diferencia!

!Tengo muchas ganas de estar de vuelta y seguir con todo!

Pastor Dale



¿Qué Clase de Estudiante Eres Tú?

La vida tiene muchas lecciones.  ¡Desafortunadamente perdemos muchas de ellas porque no estamos poniendo atención!

Dios nos motiva a que seamos estudiantes.  Veamos un ejemplo de esto:

“No abandones la sabiduría, ámala, y ella te protegerá.  Lo más importante que debes hacer es adquirir sabiduría, y también buen juicio.  Ama la sabiduría, y ella te engrandecerá; aférrate a ella y te honrará.” – Proverbios 4:6-8 (NBD)

Éste pasaje nos habla del poder e importancia de obtener sabiduría.  Implica que algunas personas la obtienen, mientras que otros fallan en obtenerla.  Algunas personas valoran el aprender mientras que otros no.  ¡Yo quiero ser parte del primer grupo, no del último, y yo creo que tú también!

Para obtener sabiduría debemos desarrollar las características de un buen estudiante.  Los buenos estudiantes tienen un apetito para aprender.  Se dejan enseñar y tienen un espíritu humilde.  Responden positivamente a la ayuda, guiaza, instrucción y corrección de sus maestros.  Buscan aplicar lo que han aprendido.  Escuchan bien y buscan encontrar lecciones que enriquezca su comprensión.  Ellos “se sientan hasta adelante de la clase” cuando hay oportunidades para aprender.  Aplican disciplina a sus rutinas y pensamientos diarios.

En nuestra búsqueda por sabiduría debemos comprender que hay una gran diferencia entre la sabiduría del mundo y la sabiduría de Dios.  La clase de sabiduría que la Biblia nos motiva a obtener es la sabiduría de Dios.  La meta correcta en nuestra búsqueda de obtener sabiduría es la de conocer a Dios y Sus caminos.  Es la de crecer en nuestra capacidad para ver la vida desde la perspectiva de Dios en lugar de la perspectiva de nuestros propios pensamientos, sentimientos e inclinaciones de la carne.  Es la de actuar de manera consistente con los caminos de Dios.  Es la de desarrollar la clase de carácter que Dios quiere, y la clase de vida que Dios puede usar.

El Apóstol Santiago nos recuerda de las actitudes y acciones que la sabiduría de Dios produce en la vida de alguien:

“En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera.” – Santiago 3:17 (NVI)

La Nueva Biblia al Día nos da una perspectiva adicional en éste versículo:

“…La sabiduría que viene del cielo produce en primer lugar una vida pura.  También produce paz, bondad, mansedumbre, imparcialidad, sinceridad y está llena de compasión y buenas acciones.” – Santiago 3:17 (NBD)

¿Qué clase de estudiante eres tú? ¿Qué clase de sabiduría estas buscando y aplicando – la sabiduría del mundo o la sabiduría de Dios?  ¿Qué pasos tomarás para llegar a ser mejor estudiante de la sabiduría de Dios?

¡Toma la decisión de buscar consistentemente la sabiduría de Dios y el fruto que produce!

Pastor Dale

El Mejor Halago de Todos

A todos nos gustan los halagos.  Todos queremos ser reconocidos y apreciados.  Invertimos nuestras energías tratando de que se den cuenta de nuestros logros profesionales, acumulaciones materiales, perspicacia, habilidad intelectual y apariencia personal.  Vivimos la vida queriendo y buscando palabras de aseveración y reconocimiento.

¿Cuales son las mejores palabras de halago y reconocimiento que usted le a dicho a alguien?  ¿Cual es el mejor complemento que usted ha recibido?

Jesús nos dio la respuesta a éstas preguntas.  Él nos recordó que las palabras más importantes de elogio que podamos recibir no vendrán en ésta vida.  El reconocimiento que deberíamos anhelar y buscar llegará sólo cuando se acabe nuestra vida.  Es el elogio que podría llegar cuando estemos frente a Él en eternidad para dar cuentas de nuestras vidas.  Es una afirmación reservada para personas que han cumplido con ciertos requisitos espirituales en su caminar con Jesús.

En la Parábola de los Talentos, en Mateo 25:14-30, Jesús habló de tres hombres que recibieron de su señor talentos, dones y responsabilidades para administrarlos.  Él les prometió regresar, y cuando él lo haga habrá una evaluación para cada uno de ellos de lo que hicieron con los que se les entregó.

Cuando el señor regrese él encontrará que dos siervos actuaron con sabiduría y responsabilidad y uno no.  A los dos que cumplieron con las expectativas de su señor recibieron un simple pero muy poderoso halago y reconocimiento:

“Su señor le respondió: ‘¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! …’” – Mateo 25:21 (NVI)

Este halago contiene una lección importante para nosotros.  Nos dice lo que Jesús considera digno de ser elogiado.

Si queremos recibir el mejor de todos los halagos de parte de Jesús, hay algunas cosas que necesitamos comprender como Sus seguidores:

  • Jesús está viendo y evaluando lo que hacemos con nuestras vidas.

Démonos cuenta que Jesús no afirmo a las personas con un complemento “!Bien dicho!” o “!Bien pensado!” o “!Qué buenas intenciones!” No, Él dijo, “!Bien hecho!” No podemos esperar el escuchar las palabras “!Bien hecho!” de parte de Jesús a no ser que lo hayamos “!hecho bien!” La verdadera fe cambia nuestras acciones – lo que hacemos.

  • Jesús está evaluando nuestra actitud en cuanto a servir. Observa las últimas palabras del halago, “siervo.” Ambas personas fueron elogiadas por su señor comprendieron y cumplieron con el llamado más importante – el llamado a servir.  Ellos no vivieron para sus propios intereses, ellos vivieron para los intereses de su señor y los demás.  Para obtener el mejor halago de todos, también debemos tener un corazón para servir.  El servir debe ser nuestra motivación y placer.
  • Jesús está midiendo la substancia y calidad de nuestro carácter. Encontramos dos palabras muy importantes en el halago que su señor le dio a estos hombres – palabras describiendo el carácter que ellos tenían.  Estos hombres fueron “buenos y fieles.” La palabra que usó Jesús para decir “bueno” es la palabra Griega “agathos.”  Que describe muchas cosas incluyendo “justicia, virtud moral, bondad y generosidad.” La palabra que Jesús usó para “fieles “pistos,” que se refiere a una persona con la que se puede contar, alguien que es considerablemente confiable, una persona digna de confianza que ha demostrado integridad y lealtad en su vida con sus relaciones y relaciones.

¡Para recibir el mejor halago de todos, el elogio que venga del mismo Jesús, también debemos de enfocar nuestra atención y esfuerzos espirituales en estas cosas!

Pastor Dale

Más grande que la vida misma

A través de los años he descubierto que la mayoría de las personas comparte un anhelo en común.  Es un anhelo por trascendencia.  Queremos creer que nuestra vida importa, que estamos haciendo una diferencia positiva en el mundo, que realmente estamos cumpliendo un propósito.  Sin embargo, en el fondo de nuestro ser la mayoría de nosotros tenemos sentimientos de insignificancia, pequeñez, y en algunos casos, tristemente, como que no valemos nada.

Desafortunadamente estos sentimientos continuamente sabotean nuestras esperanzas y sueños.  Nos jalan a un mundo de auto enfoque, auto conciencia y miedo.  Queremos algo más grande que la vida, pero creemos que estamos sentenciados a pequeñeces e insignificancia.  Nos convencemos que nuestra vida nunca importa tanto.  Nos conformamos con una experiencia marchita. Si bien en cierto, podemos alcanzar un nivel de éxito personal, material, académico o profesional, todavía existe una persistente e incluso inquietante sentimiento de  “pequeñez” sobre nuestra vida.  Ésta es una manera muy dolorosa de vivir.

¿Cómo rompemos esa manera de pensar?

Hay una gran historia en el Antiguo Testamento de un hombre que encontró libertad de ésta clase de dolor.  Su nombre fue Jabés.  Veamos como fue que él rompió ese pensamiento de pequeñez por algo más grande de importancia:

‘Jabés fue más importante que sus hermanos. Cuando su madre le puso ese nombre, dijo: “Con aflicción lo he dado a luz”. Jabés le rogó al Dios de Israel: “Bendíceme y ensancha mi territorio; ayúdame y líbrame del mal, para que no padezca aflicción.” Y Dios le concedió su petición. ‘ – 1 Crónicas 4:9, 10

El nombre “Jabés” quiere decir “dolor,” o literalmente, “!Tu eres un dolor!” ¿Cómo le gustaría a usted tener un nombre como ese? Cada vez que llamaban a Jabés le recordaban de lo que su mama y otros pensaban de él.  Su vida había sido condenada a pequeñeces e insignificancia desde el día que nació.  Éste sobrenombre fue una terrible profecía sobre su vida.

Pero un día Jabés decidió que él ya no podía continuar con esa manera de pensar y vivir.  Él había escuchado del Dios de Israel, un Dios verdadero y personal que hizo cosas maravillosas por las personas que se atrevían a pedirle a Él.  Ese día Jabés hizo una oración tan increíble, tan importante, y tan instructiva para nosotros que fue grabada por la eternidad en las paginas de las Escrituras.

Jabés se atrevió a pedirle a Dios que hiciera de su vida algo más grande que la vida misma, que extendiera los limites de su vida tan limitada, que le ayudara a encontrar el significado, sentido y contribución a su vida.  De alguna manera él se convenció de que Dios podía y quitaría las restricciones en su vida y liberarlo del dolor que tenia.  Y Jabés no fue decepcionado.  Cinco palabras maravillosas terminan la historia grabada de la vida de Jabés, pero que palabras tan poderosas – “…Dios le concedió su petición.”

¿Te estas sintiendo pequeño e insignificante? El mismo Dios que engrandeció la vida de Jabés puede y ensanchará tu vida, si tu lo buscas a Él.  !Ve y haz la oración de Jabés, y observa lo que Dios hará por ti!

Pastor Dale

¡Estamos activos nuevamente!

Como muchos de ustedes sabrán, mi blog ha estado inactivo por el último mes por razones técnicas. La compañía que nos presta el servicio ha estado teniendo problemas con sus servidores, y después de tratar de solucionarlos tuvimos que cambiar a un nuevo servidor.  Ésta transacción requirió atrasos adicionales.

Pero las buenas noticias son que, ¡ya estamos activos nuevamente! Es posible que todavía tengamos algunos problemas técnicos que pulir pero todo pareciera que está funcionando.  Gracias por su paciencia.

Espero que visite seguido éste lugar y aproveche los recursos espirituales que les estamos proveyendo.  Mi meta es la de comunicarle regularmente los devocionales y reflexiones inspiracionales de las Escrituras para que sean oportunas, motivadoras y útiles.  También trataré de mantenerlos informados de las series y eventos especiales que tendremos en La Iglesia del Redentor.  Es un placer el proveer estos recursos, y mi oración sincera es que los encontraran de mucha ayuda y bendición.

Si éste blog es una bendición para usted, les quisiera pedir que considere un par de cosas:

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De nuevo, quiero agradecerles por su paciencia al enfrentar estas dificultades técnicas.  ¡Espero que los artículos sometidos a este sitio continuarán siendo de mucha bendición para su vida y la vida de las personas con las que usted comparta en el futuro!

Pastor Dale

Nuevo Para Ti

Hay veces en que algunas cosas que se envejecieron y dejaron de estar actualizadas necesitan refrescarse y rejuvenecerse.  De seguro has visto edificios viejos o centros comerciales abandonados que son rejuvenecidos y restaurados de tal manera que se vean como nuevos.  A esto le llamamos “revitalización.”

Una revitalización nos lleva a sentirnos llenos emoción, propósito y oportunidades.  Lo que estaba decayéndose comienza a levantarse.  Lo que se había descartado y desechado se vuelve atractivo.  Lo que estaba feo y arruinado se vuelve bonito.  Lo que se consideraba abandonado es ahora un lugar muy visitado.  Lo que las personas daban por muerto ahora está resucitado.

Muchas veces la revitalización de un área es más deseable que construir algo completamente nuevo.  Cuando áreas como estas son revitalizadas con un buen gusto, poseen un sentido de buen carácter que no puede ser duplicado con algo nuevo.  Hay una riqueza en la revitalización – un sentimiento de algo antiguo envuelto en algo nuevo – que produce algo muy positivo.

Una de las cosas que aprendemos acerca de Dios en la Biblia es que Él se especializa en revitalizaciones.  Él es el “maestro restaurador.” Él, con agrado y entusiasmo toma cosas viejas y las convierte en nuevas.  Él toma lo que se a desechado como inservible, irrelevante y sin atractivo y le da vida fresca.

Ya sea una vida que ha llegado a estar sin sentido ni propósito, un matrimonio que ha caído en la desesperación, una iglesia que ha entrado en decadencia, o una amistad que se a dañado por problemas emocionales o negligencia, Dios se deleita en proyectos de revitalización.  Él está listo para tomarlos y sorprendernos con lo que Él puede hacer, transformando lo viejo en nuevo.

En el Antiguo Testamento, en el libro de Ezequiel Dios presenta una pregunta muy interesante que responde rápidamente. Tanto la pregunta como la respuesta nos lleva a una promesa de revitalización:

“La fuerza del Señor vino sobre mí y fui llevado por el Espíritu del Señor a un valle lleno de huesos viejos y secos que estaban esparcidos por todas partes sobre el suelo.  Él me hizo pasar entre ellos, y luego me dijo:  ‘Hombre mortal, ¿pueden estos huesos llegar a ser gente viva de nuevo?’ Y yo respondí: ‘Señor, solo tú sabes la respuesta a eso.’” — Ezequiel 37:1-3 (NBD)

El profeta Ezequiel recibió una visión de un valle lleno de muerte, de huesos secos.  La pregunta de Dios a él fue directa, “¿Pueden estos huesos vivir de nuevo? ¿Hay alguna esperanza de revitalización? Ezequiel sabiamente contestó, “Señor, ¡solo tú sabes la respuesta a eso!” Ezequiel comprendía que Dios era el único capaz de tal hazaña.  Dios contesto Su pregunta:

“Luego me dijo que hablara a los huesos y les dijera: ‘Oh huesos secos, escuchen las palabras del Señor, quien dice: “¡Yo los haré revivir y respirar de nuevo! ¡Volveré a colocar músculos y tendones sobre ustedes y los cubriré con piel! Pondré aliento en ustedes y volverán a respirar y a vivir y sabrán que Yo soy el Señor!”’” – Ezequiel 37:4-6 (NBD)

Cuando lees el resto de la historia en Ezequiel 37, descubrirás que Dios hizo lo que Él prometió.  Los huesos muertos volvieron a la vida.  Un proyecto masivo, milagroso de revitalización fue completado por la gracia y poder de Dios.  ¡Su pueblo vive de nuevo!

¿Estás tu en necesidad de esta clase de milagro en alguna área de tu vida? Lo que Dios hizo con estos huesos, Él lo puede hacer por ti.  Una revitalización quiere decir que ¡Dios puede y quiere hacer algo nuevo por ti!

Pastor Dale

¡No Desperdicies Tu Desierto!

A través de toda la Biblia encontramos referencias a lugares y experiencias de desierto.  Un “Desierto” es un concepto bíblico muy importante.  La palabra es traducida en la Biblia como un lugar “desolado” o “estéril.”

Es imposible ser un Cristiano creyente que esté creciendo sin estar familiarizado con la idea de un lugar o experiencia de desierto.  Hay muchos ejemplos de personas en la Biblia que pasaron por tales experiencias; personas como José, Moisés, David, Jeremías, Jesús, los apóstoles Pablo y Juan.  Nosotros también las experimentamos.

Algunas de los desiertos son ocasionados por nuestras propias tonteras y desobediencias, pero muchas experiencias de desierto son diseñadas por Dios para nuestro bienestar.

Los desiertos llegan en forma de:

  • Una interrupción de nuestra comodidad.
  • Un atraso en nuestros planes.
  • La muerte de un sueño.
  • Un reto en nuestro carácter.
  • Una temporada de tribulación, dolor, sequedad, desilusión o presión en nuestra vida.

Todos pasamos por cosas como estas.  Qué debemos hacer en y con nuestras experiencias del desierto, es critico para nuestro futuro.  Podemos desperdiciarlos o sacarles provecho.

¿Cómo le sacamos todo el provecho al desierto?

Éste fin de semana en La Iglesia del Redentor estaremos compartiendo un mensaje especial que responde ésta pregunta.  Espero que se nos una para ésta enseñanza tan importante.

Para información de nuestras sedes, servicios, horarios y direcciones, visite nuestra página Web www.IglesiadelRedentor.org

No falte a la iglesia éste fin de semana.  ¡Nos vemos ahí!

Pastor Dale

¿Limpio o Sucio?

“Esto, está limpio o sucio?

Hacemos esta pregunta cuando tratamos de determinar la condición actual física o moral de algo.  Preguntamos esto con los platos en la cocina, una toalla en el baño, una broma que se le dirá a alguien, y una variedad de otras cosas.

¿Por qué estamos tan preocupados por la condición limpia de algo?  Porque comprendemos las consecuencias potenciales de algo que está sucio, mugroso y contaminado.  Sabemos que el exponerse a algo sucio es peligroso para nuestra salud; física y moral.  Instintivamente comprendemos una verdad básica, ¡algo limpio es mejor que algo sucio!

Si está limpio es mejor para nosotros, deberíamos de darnos cuenta también que eso también es mejor para Dios.  Es algo que Él quiere que nosotros seamos, por dos razones principales:

  • Cuando estamos contaminados por suciedad moral y espiritual, corremos el riesgo de ser destruidos por enfermedades espirituales.  La suciedad en nuestra alma nos hace vulnerables a toda clase de virus e infecciones espirituales.  Nos roba de nuestra salud espiritual.
  • Cuando somos contaminados por suciedad moral y espiritual, Dios no puede usarnos para ayudar y bendecir a otros.  Los platos sucios no son usados para servir a otros.  Se ponen a un lado hasta que son limpiados y están listos para servir de nuevo.

Cuando se trata de una vida y corazón limpios, la primer ocupación de Dios es nuestra salud espiritual.  Su segunda ocupación es nuestro servicio espiritual.

Debido a que la limpieza es de gran prioridad para Dios, limpiarnos y mantenernos limpios espiritualmente debe ser una prioridad para nosotros.  Debe de dirigir nuestras decisiones a diario; a donde ir, que ver y que escuchar, las personas con las que me relaciono, los pensamientos que tengo y las palabras que uso.  También debe de cambiar las oraciones que hago.

El salmista comprendió la conexión entre la limpieza espiritual y la oración.  Él oró:

“Purifícame con hisopo, y quedaré limpio… – Salmos 51:7 (DHH)

“Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!…” – Salmos 51:10 (DHH)

“Sean aceptables a tus ojos mis palabras y mis pensamientos…” – Salmos 19:14 (DHH)

El Apóstol Pablo nos recordó también del poder e importancia de una vida limpia:

“Si uno se mantiene limpio de esas faltas, será como un objeto precioso, consagrado y útil al Señor, apropiado para cualquier cosa buena.” – 2 Timoteo 2:21 (DHH)

¿Limpio o sucio? ¡Escoge estar limpio!  ¡Vas a estar saludable, y más útil y agradable para Dios!

Pastor Dale

¿Doblarse o Quebrarse?

¿Qué tan flexible eres?

Ser “flexible” es ser capaz de estirarse, doblarse y cambiar sin romperse.  De acuerdo al diccionario, es “la habilidad de cambiar fácilmente para responder a circunstancias o condiciones diferentes; capaz y listo cambiar; dispuesto o dispuesta a ceder.”

Lo opuesto de ser flexible es ser rígido, quebradizo, intransigente, inflexible, duro.  Una persona inflexible no tiene flexibilidad y elasticidad.

El ser flexibles es una cualidad personal maravillosa.  Las personas flexibles se ajustan a los cambios y se adaptan a las transiciones.  No se aferran a actitudes restrictivas, reactivas y opiniones.  Son rápidos para hacer ajustes importantes y necesarios.  No sienten la necesidad de pelear, resistir, oponerse o rebelarse.  Responden al cambio positivamente y con entusiasmo.

Las personas flexibles son aquellas que da gusto trabajar con ellas y son una bendición tenerlos a tú alrededor.  Son más productivas, felices, y ayudan mucho más que las personas rígidas.  Trabajan en equipo.  Tienen una verdadera actitud de “no importa lo que haya que hacer.”

Bajo presión, las personas rígidas se rompen en lugar de doblarse.  Cuando llega una prueba o se necesita hacer cambios, las personas inflexibles se concentran en ellas mismas, motivados por su comodidad y temen los cambios.  El resultado es que se resisten en lugar de acomodarse.

Una de las claves para ser usados efectivamente por Dios a largo plazo en la flexibilidad.  Las actitudes inflexibles, rígidas y resistentes al cambio ordenado por el Espíritu de Dios a reducido la eficacia, amargado las almas y marginado permanentemente a muchas de las personas con un gran potencial.

Todos tenemos la tendencia a ser rígidos.  Nuestra orientación natural es el de retener lo cómodo en lugar de recibir el crecimiento y cambio.  Debemos trabajar consiente y diligentemente para evitar ésta trampa tan común.

El Señor promete ayudarnos con esto, si le se lo pedimos a Él.  Veamos Sus las maravillosas palabras que nos da para exhortarnos a que tengamos un corazón tierno, piadoso y flexible:

¡Y les daré un corazón nuevo, les daré intenciones nuevas y rectas, y pondré un espíritu nuevo en ustedes!  ¡Les quitaré sus corazones de piedra, tercos e insensibles, y les daré nuevos corazones, llenos de amor y buenas intenciones!– Ezequiel 36:26 (NBD)

¡Que promesa!

¿Estas luchando con un espíritu rígido?  ¿Te ha infectado la inflexibilidad?  No permitas que esto te obstruya o destruya lo útil que eres para Dios.  Pídele al Señor que te dé un corazón piadoso, tierno y flexible.  Búscalo a Él con una voluntad rendida.  Es para ti, solo tienes que pedirlo.  ¡Dóblate no te rompas!

Pastor Dale

Deshaciéndose de Los Ídolos

¿Tienes algunos ídolos en tu vida?

A través de la Biblia, una de las cosas que consistentemente Dios advierte a Su pueblo es, y una de las cosas que más rápidamente trae juicio, es idolatría.  La idolatría del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento resultó en mucho dolor y problemas para ellos, y eventualmente los llevo a setenta años de exilio en Babilonia.

Veamos la suplica de Dios hacia Su pueblo con relación a los ídolos, y la advertencia que Él les dio:

“’No me hagan enojar rindiéndole homenaje a ídolos; pero si me son leales no les haré daño.  Pero no quieren escuchar; tercos, me han enfurecido con sus ídolos.  Así se han hecho merecedores de todo el mal que se les ha venido encima.’” – Jeremías 25:6, 7 (NBD)

La idolatría no es solamente un problema en el Antiguo Testamento, pero se trata también en el Nuevo Testamento. Como un líder espiritual de muchos años y sabio, el Apóstol Juan dejó ésta advertencia:

“Queridos hijos, apártense de los ídolos.” – 1 Juan 5:21 (NVI)

Como podemos ver, ¡la idolatría es una ofensa muy seria en contra de Dios!

¿Qué es idolatría?

Un ídolo es cualquier cosa que ponemos en lugar de Dios.  Es cualquier cosa que suplanta nuestra adoración hacia Dios, o nuestra obediencia y sumisión a la Palabra y voluntad de Dios.  Es cualquier cosa que oprime y controla nuestras vidas.  Es toda cosa de la que obtenemos nuestra validación y afirmación, que no sea Dios mismo.

Aun las buenas cosas pueden llegar a ser nuestros ídolos, si les permitimos que tomen el lugar equivocado de prioridad en nuestros corazones.  Una relación, un trabajo, una posesión, una persona, una posición, una meta – todos estos representan posibles puntos de idolatría.

¿Tienes algún ídolo en tu vida?  ¡La única solución para la idolatría es arrepentimiento – dejar ir, renunciar a todo aquello que está por encima de Dios en tu vida y rendirlo nuevamente, incondicionalmente a Dios!

Pastor Dale

Respeto y Honor

Un numero muy importante de cualidades en el carácter pareciera estarse perdiendo en nuestra cultura actual.  Dos de tales cualidades es respeto y honor.  En muchas manera nuestro mundo está haciéndose más irrespetuoso y deshórnate hacia aquellos que se merecen nuestra estima, valor y apreciación.

A través de la Biblia se nos enseña y se nos manda a que respetemos y honremos a ciertas personas.  Se nos instruye que honremos y respetemos a Dios, nuestros padres, nuestro cónyuge, nuestros ancianos, nuestros lideres espirituales y civiles, todos aquellos que nos sirven de alguna manera, y a cada uno en el cuerpo de Cristo.  De hecho, deberíamos de darle a cada persona con la que nos encontramos el regalo de respeto y honor.

Mira lo que escribió el Apóstol Pablo acerca de esto en sus cartas:

“Paguen a cada uno lo que le corresponda: al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban honor, ríndanle honor.” – Romanos 13:7 (NVI)

Pablo nos recuerda que hay personas a las que les debemos respeto y honor.  El fallar en darles nuestro respeto y honor es quedar con una deuda pendiente!  Es el egoístamente tomar lo que han hecho o están haciendo por nosotros.  Es una muestra de ingratitud y falta de visión.  Es una muestra de un carácter sin desarrollo e inmaduro.  Es el fallar en comprender que los beneficios que disfrutamos ahora llegaron por el trabajo duro y sacrificio de otros.

Lo que necesitamos es un avivamiento de estas cualidades tan importantes.  Tu y yo podemos ser el punto de inicio para renovar nuestra cultura con respeto y honor.  Toma la decisión de ser una persona respetuosa y que honra a los demás.  No solamente motivará a otros, te bendecirá a ti!

Pastor Dale

¿Y qué?

¿Cual es tu primera reacción a los problemas y dolor de otras personas?

Cuando vemos o escuchamos las dificultades en la vida de otras personas normalmente sentimos un poquito de pena por ellos.  Por un segundo o dos, nuestros corazones son tocados por sus problemas y dolores.  Pero tristemente, muy a menudo es hasta ahí donde nos detenemos.

Como creyentes en Cristo Jesús, tenemos la oportunidad de involucrarnos en nuestro papel de ayudadores en la vida de aquellos que están pasando por momentos difíciles.  Y una de las maneras en que podemos ayudar es a través de la oración.

Tenemos el ejemplo en la vida de Pablo.  Después de un horrible naufragio, Pablo y sus compañeros de viaje se vieron arrojados a la orilla de la isla de Malta. El gobernador oficial de la isla recibió y cuidó de los sobrevivientes.

Mientras que Pablo estaba todavía en la casa de éste hombre, recuperándose del trauma que recibió en el mar, Pablo se enteró que el papa del oficial de la isla estaba muy enfermo.  La respuesta de Pablo fue más que pena o un pequeño momento de compasión.

“Pablo entró a verlo y, después de orar, le impuso las manos y lo sanó...” – Hechos 28:8

El Señor contestó la oración de Pablo y el hombre fue sano.  Como resultado de la sanidad de éste hombre, un gran testimonio de Cristo fue levantado en ésa comunidad.  En la presencia del dolor humano, Pablo aprovechó la oportunidad para ministrar con oración.  Sus oraciones hicieron un gran impacto en la vida de éste hombre y para el avance del Reino de Dios.

La próxima vez que se te presente el problema y dolor de otras personas, toma tiempo para orar.   Talvez puedas orar con ésta persona, o talvez puedes ofrecer ayudarles orando por ellos.  No permitas que éstas oportunidades se desperdicien.  ¡Demuestra que te interesas a través de la oración!

Pastor Dale