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El Gran Valor de los Colaboradores

¿Qué clase de colaborador eres tu?

Detrás de los grandes logros, que las organizaciones y movimientos alcanzan están los desconocidos, los héroes – grandes colaboradores.  Estos “gigantes silenciosos” trabajan en lugares desconocidos, ayudando y sirviendo a otros con un compromiso incansable e inconmovible por alcanzar la misión.  Nada importante ocurre sin estos colaboradores.

No hay duda de que uno de los más respetados y productivos lideres de la primer década en la iglesia fue el Apóstol Pablo.  Sus múltiples viajes misioneros produjeron la fundación de muchas Iglesias.  Inspirado por el Espíritu Santo, ¡Pablo escribió no menos de 13 de los 27 libros del Nuevo Testamento!

Su estatura, caracter, sabiduria, resistencia y tenacidad espiritual son un modelo para todos los creyentes.  Pero Pablo reconocio la importancia de sus colaboradores en el ministerio.  El no hubiese podido hacer lo que hizo sin la ayuda de personas como Timoteo, Tito, Silas, Epafras, Aristarco, y muchos otros.

Al final de las cartas de Pablo a los creyentes de Colosa, él escribió acerca de algunos de ellos.  Él comenzó su reconocimiento con una nota pequeña acerca de un hombre llamado Tíquico.  Vea lo que Pablo tenia que decir de él:

“… nuestro muy amado hermano… Él es muy trabajador y sirve al Señor conmigo.” – Colosenses 4:7 (NBD)

Ésta corta presentación nos dice mucho acerca de un hombre que de otra manera no se hubiese sabido nada. Tíquico fue:

  • “Amado” por Pablo. Había algo acerca de éste hombre que emanaba amor y que hizo que la gente lo amara a él.  Él era un hombre al que se le amaba.  Él se comportaba de maneras y demostraba actitudes que lo hacían fácil de amar.
  • Un “ayudador fiel” para Pablo. La palabra Griega usada para “fiel” quiere decir “digno de créele, confiarle o confianza.” Tíquico nunca defraudó a Pablo.  Él fue un hombre con el que Pablo podía contar, y un hombre con el que Pablo contó.  La palabra Griega para “ayudador” es la que se usa básicamente para decir “servidor.” Era usada para describir a alguien que servia de manera práctica, y alguien que buscaba activamente oportunidades para ser de ayuda a otros.
  • Un hombre que continuó sirviendo con Pablo. Pablo dijo de Tíquico, “Él es un hermano amado… que SIRVE conmigo en la obra del Señor.” “Servir” habla de una acción continua.  Era algo que Tíquico hacia y seguía haciendo.  La adversidad del encarcelamiento de Pablo en Roma por predicar el Evangelio no le desanimo o disminuyó el servicio que éste hombre hacia para la obra del Señor.  Él continuo sirviendo.  Pablo sabia que podía contar con él!

¿Qué lecciones podemos aprender del ejemplo de este “amado y fiel hermano colaborador” del Apóstol Pablo?  Una lección es la de ¡comprender el valor, significado y gran importancia para el Reino de los colaboradores!

Si bien es cierto que muy pocas personas se levantan a ser de la prominencia del Apóstol Pablo, todos podemos ser como Tíquico.  Todos podemos aprender a ser ¡amados hermanos/hermanas fieles colaboradores que sirven!”

¿Qué clase de colaborador eres tu para el Reino?

Pastor Dale