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¿Movible o Inmovible?

En Julio 16, 2010 más o menos a las 5:00 a.m, el área de D.C. experimento algo único.  Un sismo pequeño de magnitud 3.6 retumbo a través de nuestra región.  Mientras que personas de otras partes del mundo están acostumbrados a tales movimientos, nuestra comunidad no lo está.  Fue un poquito desconcertante para la mayoría de nosotros, y para algunos hasta aterrador.  Mi esposa y yo lo sentimos y lo escuchamos.  No podíamos determinar lo que había pasado, y fue hasta después que supimos que la sacudida fue la tierra que se movió debajo de nosotros.  Fue un buen recordatorio de que la geología de la tierra es inestable y falsa.  – es movible.  No se puede contar con ella que permanecerá en el mismo lugar.  No es nada confiable.

Desafortunadamente hay muchas personas que son así en su carácter.  En momentos de tentación, presión, o al tener influencias negativas de otros, son falsos, se mueven, se estremecen y caen.  Bajo estas fuerzas cuestionan o rechazan sus compromisos, y comprometen con sus actitudes y comportamientos.  Pierden su solidez y estabilidad del corazón.

Una de las cualidades que Dios quiere que desarrollemos es un espíritu inmovible.  Es algo que es muy valorado por Él, y algunas veces nos hace más usables para Su Reino.

De acuerdo con el diccionario, “inmovible” quiere decir, “algo o alguien que no puede ser movido, desconectado, desbalanceado, sacudido, agitado o mezclado. Es el rehusarse a dudar, moverse o vacilar.”

Una de las palabras que la Biblia utiliza para “inmovible” es “firme.”

Veamos el valor que Dios coloca en nosotros cuando tenemos un espíritu firme:

“Jotam se hizo poderoso porque su conducta fue recta a los ojos del Señor.” – 2 Crónicas 27:6 (DHH)

“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu.” – Salmos 51:10 (NVI)

“Señor, tú conservas en paz a los de carácter firme, porque confían en ti.” – Isaías 26:3 (DHH)

¿Porqué es tan importante el ser inmovible y firme de espíritu? Hay ciertas cosas que nunca se formarán o estarán saludables a no ser que la desarrollemos.

Un espíritu firme es esencial para:

Edificar un matrimonio fuerte.

Mantener integridad espiritual en un mundo que quiere separarnos de Dios.

Permaneciendo en los compromisos y asignaciones que Dios nos da.

Creciendo en nuestras relaciones con otros.

Saliendo adelante en momentos y situaciones difíciles.

¿Y tu? ¿Eres movible o inmovible? ¿Qué ocurre cuando la tentación, presiones y las influencias negativas de otros te halan y empujan? ¿Cambias y renuncias a tus compromisos? ¿Te das por vencido y te rindes, o te mantienes firme a la Palabra de Dios y voluntad?

¡Pidámosle a Dios que nos ayude a desarrollar un espíritu inmovible!

Pastor Dale