La vida tiene muchas lecciones. ¡Desafortunadamente perdemos muchas de ellas porque no estamos poniendo atención!
Dios nos motiva a que seamos estudiantes. Veamos un ejemplo de esto:
“No abandones la sabiduría, ámala, y ella te protegerá. Lo más importante que debes hacer es adquirir sabiduría, y también buen juicio. Ama la sabiduría, y ella te engrandecerá; aférrate a ella y te honrará.” – Proverbios 4:6-8 (NBD)
Éste pasaje nos habla del poder e importancia de obtener sabiduría. Implica que algunas personas la obtienen, mientras que otros fallan en obtenerla. Algunas personas valoran el aprender mientras que otros no. ¡Yo quiero ser parte del primer grupo, no del último, y yo creo que tú también!
Para obtener sabiduría debemos desarrollar las características de un buen estudiante. Los buenos estudiantes tienen un apetito para aprender. Se dejan enseñar y tienen un espíritu humilde. Responden positivamente a la ayuda, guiaza, instrucción y corrección de sus maestros. Buscan aplicar lo que han aprendido. Escuchan bien y buscan encontrar lecciones que enriquezca su comprensión. Ellos “se sientan hasta adelante de la clase” cuando hay oportunidades para aprender. Aplican disciplina a sus rutinas y pensamientos diarios.
En nuestra búsqueda por sabiduría debemos comprender que hay una gran diferencia entre la sabiduría del mundo y la sabiduría de Dios. La clase de sabiduría que la Biblia nos motiva a obtener es la sabiduría de Dios. La meta correcta en nuestra búsqueda de obtener sabiduría es la de conocer a Dios y Sus caminos. Es la de crecer en nuestra capacidad para ver la vida desde la perspectiva de Dios en lugar de la perspectiva de nuestros propios pensamientos, sentimientos e inclinaciones de la carne. Es la de actuar de manera consistente con los caminos de Dios. Es la de desarrollar la clase de carácter que Dios quiere, y la clase de vida que Dios puede usar.
El Apóstol Santiago nos recuerda de las actitudes y acciones que la sabiduría de Dios produce en la vida de alguien:
“En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera.” – Santiago 3:17 (NVI)
La Nueva Biblia al Día nos da una perspectiva adicional en éste versículo:
“…La sabiduría que viene del cielo produce en primer lugar una vida pura. También produce paz, bondad, mansedumbre, imparcialidad, sinceridad y está llena de compasión y buenas acciones.” – Santiago 3:17 (NBD)
¿Qué clase de estudiante eres tú? ¿Qué clase de sabiduría estas buscando y aplicando – la sabiduría del mundo o la sabiduría de Dios? ¿Qué pasos tomarás para llegar a ser mejor estudiante de la sabiduría de Dios?
¡Toma la decisión de buscar consistentemente la sabiduría de Dios y el fruto que produce!
Pastor Dale
Tweet