Nunca subestimemos el poder y recompensas de la bondad. Sirviendo a otros en pequeñas cosas puede abrir grandes puertas en nuestra vida.
Ésta verdad es ilustrada en toda la Biblia. Un ejemplo, se encuentra en la vida de Moisés.
Moisés fue rescatado del Río Nilo cuando era un bebe y fue acogido por la hija del Faraón Egipcio. Aunque él era un Hebreo, Moisés fue educado como un Egipcio. Cuando Moisés creció, él se percató y preocupó de las horribles condiciones que los Hebreos estaban experimentando en su esclavitud. Un día en particular, él vio a un Egipcio golpeando a un esclavo Hebreo. Moisés, enojado por ésa injusticia, mató al Egipcio. Él tuvo que huir al desierto de Median para salvar su vida y evitar el castigo del Faraón.
Las Escrituras nos cuentan de su llegada a Median. Moisés encontró un pozo y se sentó a descansar y refrescarse de su viaje. Un grupo de pastoras – siete hermanas – llegaron para darle agua a las ovejas de su papa. Al mismo tiempo un grupo de pastores llegaron y, queriendo el agua para ellos y sus animales, ahuyentaron a estas jovencitas.
Moisés observó todo esto e intervino con actos de bondad. Observa lo que la Biblia dice que él hizo:
“…Moisés acudió en su ayuda y las libró de los pastores, y dio de beber a las ovejas.” – Éxodo 2:17 (NBD)
Moisés, en ese momento, respondió protegiendo a las mujeres. Él fue todavía más allá. Él hizo algo que fue totalmente inesperado o requerido. Él sacó agua para el ganado de las jovencitas. Él caminó “la extra milla.” Él realizó, lo que parecía, un acto pequeño de bondad.
Pero éste acto trajo grandes recompensas. Cuando las hermanas regresaron a casa, le contaron a su padre Jetro lo que Moisés hizo. Inmediatamente, Jetro envío por Moisés, invitándolo para que entrara y comiera en su casa. Avanzando el tiempo rápidamente vemos que Moisés eventualmente se casó con una de las hijas de Jetro, se le dio la responsabilidad sobre el ganado, y se beneficio grandemente por ser un consejero sabio que Dios trajo a su vida.
Todas estas buenas cosas le ocurrieron a Moisés porque él hizo algo bueno por alguien mas. ¡El plan de Dios para su vida se desarrollo como resultado de su voluntad de ayudar a siete jovencitas con sus ovejas! Piensa en todas las bendiciones que él se hubiera perdido si hubiera ignorado ésta oportunidad para servir a otros. Él se pudo haber sentado cerca del pozo, enojado en auto-compasión, e ignorado la necesidad que Dios colocó delante de él. Él no lo hizo. Y ¡porque él no lo hizo, él fue bendecido!
¿Y qué de nosotros? ¿Cuantas veces el Señor a puesto oportunidades para servir a otros con acciones de bondad, y, cualquiera que haya sido la razón, perdimos la oportunidad, o nos rehusamos a intervenir y ayudar. Nunca sabemos lo que un acto de bondad que hagamos por alguien pueda ser la clave para que se abra la puerta de provisión y bendición que Dios tiene en tu futuro.
Recuerda, ¡servir a otros en pequeñas cosas puede traer grandes bendiciones!
Pastor Dale
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