Skip to main content

Agradecido

La gratitud es una actitud poderosa.  Cambia nuestra perspectiva y sentimientos de lo negativo a lo positivo.  Transforma la manera en la que tratamos con presiones y problemas.  Levanta el espíritu de las personas a nuestro alrededor.

Desafortunadamente la gratitud es rara.  La mayoría de nosotros prefiere el murmurar y quejarse a través de nuestra vida, enfocándonos en las cosas que no tenemos o no nos gustan en lugar de enfocarnos en las cosas buenas que si tenemos y se nos han dado.  La naturaleza humana pareciera que funciona de esta manera.

Para que tengamos un corazón agradecido debemos pelear.  Debemos hacer la guerra en contra de lo que nos hala en nuestra naturaleza humana.  Debemos escoger el ir en contra de la multitud.

Hay una gran historia en la Biblia que describe lo raro de la gratitud y las bendiciones que llegan a una persona que va en contra de la corriente de su naturaleza pecaminosa y egoísta para expresar gratitud.

En Lucas 17:11-19 encontramos la historia de los diez leprosos que llegaron a Jesús para ser sanados.  Jesús respondió a su petición y los sano a todos.  Él los envío a que se presentaran con el sacerdote para confirman su sanidad.  Todos salieron de la presencia de Jesús con una vida cambiada radicalmente.   Pero tristemente, ninguno de ellos le dio las “gracias” a Jesús por lo que Él había hecho por ellos.

En algún momento, uno de estos diez hombres fue azotado por su conciencia.  Él se dio cuenta que había fallado en comunicarle gratitud a Jesús por lo que Jesús había hecho por él.  Él se decidió a arreglar esto.  Veamos la decisión que él hizo:

“Uno de ellos, al verse sano, regresó alabando a Dios a gritos.  Y se echo sobre sus rodillas, tocando con su rostro el suelo, a los pies de Jesús, y le dio las gracias.  Este hombre era samaritano.” – Lucas 17:15, 16 (NBD)

Observa como Jesús respondió a la gratitud expresada por este hombre:

“Jesús preguntó: ‘¿No eran diez los que quedaron sanos? ¿Dónde están los otros nueve?  ¿Sólo este extranjero regresó a dar gloria a Dios?’ Y le dijo al hombre: ‘Levántate y vete.  Tu fe te ha sanado.’” – Lucas 17:17-19

Piensa en esto.  Solamente uno de los diez mostraron gratitud a Jesús.  Los otros nueve su fueron absortos en ellos mismos, sin ningún aparente pensamiento de agradecer al Único que cambio sus vidas.  ¡Me imagino que el porcentaje es el mismo hoy!

El hombre que dio las gracias a Jesús tuvo que ir en contra de la corriente de sus amigos.  Él hizo el viaje de regreso a Jesús que los demás no estaban dispuestos a hacer.  Y su viaje valió la pena.  No solo experimento gozo y realización al expresar su gratitud al Señor, sino que también recibió una segunda bendición de Jesús que los demás no recibieron.

¿Y tu? ¿En que grupo estas? ¿Eres tu como los nueve que estaban absortos en ellos mismos o eres tu como el hombre agradecido?

Escojamos pelear en contra de lo negativo de nuestra naturaleza humana que nos hala para seguir la multitud de los mal agradecidos.  ¡Seamos el uno de los diez que cultivan y comunican gratitud a Dios y a los demás!

Pastor Dale