Talvez uno de los mejores complementos que le puedes dar a alguien más es la de identificarlos como una persona con “buen sentido común.” Es un termino que se refiere a un grupo de cualidades únicas del carácter, habilidades en la vida y habilidades para la toma de decisiones que, muy a menudo, produce que alguien responda de la manera correcta a cualquier cosa que le llegue a la vida. A ellos los llamamos “sensibles.”
Personas como estas no se sacuden o tiemblan por momentos difíciles y duros, el mundo verdadero de las dificultades con las relaciones o la rutina de la vida diaria. Ellos controlan sus sentidos. Ellos muestran comprensión, predictibilidad, firmeza, consistencia y sinceridad en sus compromisos, relaciones y respuestas. Se puede contar con ellas por su solidaridad y prudencia. Ellas demuestran discreción y discernimiento, tacto y ternura. Nada en ellas es voluble o inestable. Ellas hacen sus actividades con una quietud y descanso interno que es admirable y envidiable.
La Biblia tiene mucho que decirnos acerca de ser personas que muestran sentido común. Veamos unos versículos que enfatizan una cualidad de alguien así:
“El buen juicio hace al hombre calmar su enojo…” – Proverbios 19:11 (NBD)
“La prudencia consiste en refrenar el enojo…” – Proverbios 19:11 (DHH)
“El buen juicio hace al hombre paciente…” – Proverbios 19:11 (NVI)
De acuerdo a este pasaje, las personas sensibles han aprendido a como ¡controlar su temperamento y su lengua!
El temperamento de una persona describe la manera emocional en la que maneja su vida. Piense en “temperatura.” Una persona temperamental responde emocionalmente a los eventos de la vida en lugar de hacerlo de manera controlada o pensada. La temperatura emocional se eleva rápidamente, no importa si la emoción es enojo, impaciencia, engaño, celos, dolor, presión o lo que sea. Esta elevación emocional de temperatura no siempre se puede ver externamente, pero si toma control internamente, llevando a decisiones y acciones que son arrebatadas, muchas veces apresuradas y siempre imprudentes.
Eventualmente, una temperatura emocional fluctuante es demostrada a través de las palabras de la persona. Nuestra lengua siempre muestra los pensamientos y condición de nuestras vidas internas – la temperatura de nuestro corazón. Cuando estamos exaltados por dentro, nuestra lengua nos delata. Quemamos a los demás con nuestros sentimientos sin filtro y sin control.
¿Y tu? Te describen las personas como sensible, basados en la definición de la Biblia? Si no, pídele a Dios que te ayude a controlar tu temperamento y tu lengua. ¡Decide a mostrar buen sentido común!
Pastor Dale
Tweet