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Volviéndonos Edificadores

Yo he estado involucrado en algunos proyectos de construcción a través de los años.  Cada uno fue único.  Todos tuvieron sus retos, sorpresas y satisfacciones.

Ya sea una construcción nueva o una renovación, el edificar es un proceso que requiere visión, planeación, inversión y tiempo.  Para edificar efectivamente, primero debemos tener una visión de lo que se va a edificar, preparar los planes para edificarlo, hacer las inversiones necesarias, y tener paciencia para mantenerse en curso hasta que se termine.

Una de las cosas que aprendemos acerca de Dios en la Biblia es que Él es un edificador.  A través de todas las paginas de las Escrituras leemos acerca de la edificación de proyectos santos.  Estos son algunos pocos ejemplos:

  • En la creación, Dios edificó el mundo.
  • Dios instruyó a Moisés para que edifique un tabernáculo de adoración mientras que los Israelitas vagaban por el desierto.
  • Dios asignó a Salomón la tarea de edificar el primer templo de adoración en Jerusalén.
  • El Señor liberó a los Judíos de la cautividad Babilónica y los envío de regreso a Jerusalén para la edificación del templo que había sido destruido.
  • Dios llamó a Nehemías para restaurar las ruinas de las murallas de Jerusalén.
  • Jesús se presentó Él mismo a nosotros como un edificador de la iglesia.
  • Jesús volverá de nuevo y va a edificar un cielo nuevo y una tierra nueva.

Dios es un edificador, y si queremos agradar a Dios, nosotros también debemos ser edificadores.

¿A qué estamos llamados a edificar?

Estas son tres áreas de edificación en la que cada creyente a sido asignado por Dios:

  • Somos llamados a edificarnos, espiritualmente.

“Ustedes, en cambio, queridos hermanos, manténganse en el amor de Dios, edificándose sobre la base de su santísima fe y orando en el Espíritu Santo…” – Judas 1:20 (NVI)

  • Somos llamados a edificar la iglesia.

“Por eso ustedes, ya que tanto ambicionan dones espirituales, procuren que éstos abunden para la edificación de la iglesia.” – 1 Corintios 14:12 (NVI)

  • Somos llamados a edificarnos el uno al otro.

“Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan.” – Efesios 4:29

“Por eso, anímense y edifíquense unos a otros…” – 1 Tesalonicenses 5:11 (NVI)

¿Estas cumpliendo con tu responsabilidad de ser un edificador? ¿Tienes una visión y has desarrollado un plan espiritual para edificar? ¿Estas haciendo pacientemente las inversiones necesarias para edificar tu propia fortaleza espiritual, edificando la iglesia de Jesús, y edificando al pueblo de Dios que ha puesto en tus manos?

Escucha el llamado, y sigue el ejemplo de Dios.  ¡Se un edificador!

Pastor Dale