¡“Yo no soy feliz!”
¿Cuantas veces has demostrado tú descontento con las circunstancias de tú vida? ¿Cuando fue la última vez que expresaste tú falta de felicidad, externa o internamente, con la situación de tú vida, tus relaciones, responsabilidades o circunstancias actuales?
La infelicidad, la insatisfacción y descontento están en una proporción epidémica en nuestra cultura. A pesar de todas las comodidades, conveniencias y oportunidades a nuestro alrededor, la mayoría de las personas lucha con un grado de irritación y agitación con la realidad de sus vidas. El dicho común en la mente y boca de muchos es, “Yo sería feliz si __________________________!” Las personas se mantienen en una búsqueda por el trabajo, esposa, amigos, casa, iglesia, vacaciones… perfectos. Están buscando una “medicina mágica” que les curara la mayoría, si no es que todas sus frustraciones, y les quite ésa desesperación del alma.
Éstas son las mala noticias – no existe la perfección en éste mundo. La búsqueda por una “vida perfecta” siempre nos lleva a un camino sin salida. Es una expectativa que siempre nos decepciona. Es el camino seguro para vivir una vida infeliz.
Pero hay buenas noticias. ¡Aunque es imposible encontrar la perfección en ésta vida, si podemos encontrar la felicidad! Dios ha definido cual es el camino para ser felices. Llegamos ahí practicando ciertas actitudes – las actitudes de contentamiento y gratitud.
El estar “contentos” es el estar satisfechos con lo que tenemos. Es el buscar las bendiciones que Dios tiene para nosotros, y el expresar nuestra gratitud a Él por ellas. Es cambiar nuestra perspectiva de preocupación por lo que queremos y no tenemos y apreciar las buenas cosas que si tenemos. Éste cambio produce un cambio radical en nuestros sentimientos, decisiones y relaciones con otros.
Aunque éstas actitudes van en contra de nuestra naturaleza humana, las podemos aprender. Veamos lo que la Biblia dice al respecto:
“…Pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre.” – Filipenses 4:11
“…He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias…” – Filipenses 4:12
“Así que, si tenemos ropa y comida, contentémonos con eso.” – 1 Timoteo 6:8
“… conténtense con lo que tienen…” – Hebreos 13:5
“Bendeciré al Señor en todo tiempo; mis labios siempre lo alabarán.” – Salmos 34:1
Contentamiento y gratitud van juntos. El contentamiento dice, ¡“Ya no me voy a concentrar en lo que no tengo. Me voy a enfocar en lo que si tengo en mi vida!” y entonces nace la gratitud. Es una actitud que se convierte en acción. Cuando estamos agradecidos, apreciamos las bondades, beneficios y bendiciones que recibimos y demostramos nuestra gratitud a aquellos que nos la proporcionaron.
¿Has estado batallando con infelicidad últimamente? ¡El camino a la felicidad no es un cambio en tus circunstancias externas, es un cambio en tu actitud interna! El secreto para la felicidad es un espíritu de contentamiento demostrado con expresiones de gratitud.
Hazlo, comienza a contar tus bendiciones. Quita los ojos de las cosas que no tienes. ¡Ocúpate en agradecer a Dios y a otros por las buenas cosas que tienes en tú vida. Y no te sorprendas cuando invada tu alma un nuevo nivel de satisfacción!
Pastor Dale
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