Hay una enfermedad terrible que está destruyendo silenciosamente a muchas personas. Está usualmente escondida y es muy sutil. Puede pasar escondida y sin ser diagnosticada por años, y en muchos casos, por toda una vida. Destruye vidas, matrimonios, y amistades. Estropea la efectividad de las personas y limita el potencial personal. Roba el gozo y paz de la persona. Lleva sin cuidado a que las personas tomen malas decisiones, tengan malas relaciones y escondan lo que hacen. Muy a menudo se enmascara como algo positivo y bueno, aunque en realidad es un asesino.
Me estoy refiriendo a un espíritu de intranquilidad.
Si usted a experimentado la intranquilidad usted sabe que es una condición terrible. Es la incapacidad para encontrar descanso. Es la falta de tranquilidad del alma. Nos mantiene agitados por dentro. Le impide a las personas el tener el beneficio y placer de los momentos y oportunidades presentes.
La intranquilidad viene de muchas formas:
- Intranquilidad física produce que suframos con noches sin dormir. Nuestra mente y cuerpo nos niegan el sueño que tan desesperadamente necesitamos y queremos.
- La intranquilidad en las relaciones las echa a perder. Nos impide que las mantengamos a largo plazo. Llevados por la intranquilidad relacional, las personas flotan de lugar en lugar y de persona a persona buscando por algo que no existe. Controlados por relaciones que no existen y expectativas que una persona o lugar no satisfacen.
- Intranquilidad personal es otra expresión de ésta enfermedad. Es una insatisfacción con uno mismo. Es como algo que siempre esta ahí, una fiebre emocional y espiritual. Nos mantiene frustrados con nosotros mismo y nuestra suerte en la vida. Nada nos hace felices por mucho tiempo. Tratamos de curarlo con actividades, compras, personas o logros, sin alcanzarlo. Las personas intranquilas son personas motivadas por problemas.
La solución para la intranquilidad es descanso. El descanso llega con una actitud de contentamiento y paz. Las personas descansadas están relajadas. Valoran lo que tienen, en donde se encuentran y las oportunidades a su alrededor. Su descanso no es una mascara para aparentar complacencia pero está basada en un compromiso para vivir cada día confiando en Dios, expresando gratitud por las bendiciones presentes, y buscando el lograr lo mejor con lo que se les ha dado.
Ésta clase de descanso no ocurre automáticamente. Es algo que sólo Dios nos puede dar, y que para experimentarlo se requiere de un esfuerzo coordinado de nuestra parte. Nosotros debemos luchar con la intranquilidad hasta que deje de tenernos encadenados.
La Biblia nos recuerda de la importancia o nos dice que debemos luchar con la intranquilidad y buscar la bendición del descanso de Dios:
“Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo, para que nadie caiga al seguir aquel ejemplo de desobediencia. “ – Hebreos 4:11 (NVI)
¿Estas sufriendo de la enfermedad de la intranquilidad? Hay una solución. Jesús es la fuente del descanso. Él sabe cómo traer descanso al intranquilo, al alma descontenta. Jesús dijo:
“Vengan a Mí… y Yo les daré descanso.” Mateo 11:28 (NBD)
No dejes que la intranquilidad destruya tu vida. Ve a Jesús para tu descanso. Decide el luchar la intranquilidad en tu alma. Haz un esfuerzo para entrar en el descanso de Dios. ¡Decide escoger el amor y la voluntad de Dios!
Pastor Dale
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