Un numero muy importante de cualidades en el carácter pareciera estarse perdiendo en nuestra cultura actual. Dos de tales cualidades es respeto y honor. En muchas manera nuestro mundo está haciéndose más irrespetuoso y deshórnate hacia aquellos que se merecen nuestra estima, valor y apreciación.
A través de la Biblia se nos enseña y se nos manda a que respetemos y honremos a ciertas personas. Se nos instruye que honremos y respetemos a Dios, nuestros padres, nuestro cónyuge, nuestros ancianos, nuestros lideres espirituales y civiles, todos aquellos que nos sirven de alguna manera, y a cada uno en el cuerpo de Cristo. De hecho, deberíamos de darle a cada persona con la que nos encontramos el regalo de respeto y honor.
Mira lo que escribió el Apóstol Pablo acerca de esto en sus cartas:
“Paguen a cada uno lo que le corresponda: al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban honor, ríndanle honor.” – Romanos 13:7 (NVI)
Pablo nos recuerda que hay personas a las que les debemos respeto y honor. El fallar en darles nuestro respeto y honor es quedar con una deuda pendiente! Es el egoístamente tomar lo que han hecho o están haciendo por nosotros. Es una muestra de ingratitud y falta de visión. Es una muestra de un carácter sin desarrollo e inmaduro. Es el fallar en comprender que los beneficios que disfrutamos ahora llegaron por el trabajo duro y sacrificio de otros.
Lo que necesitamos es un avivamiento de estas cualidades tan importantes. Tu y yo podemos ser el punto de inicio para renovar nuestra cultura con respeto y honor. Toma la decisión de ser una persona respetuosa y que honra a los demás. No solamente motivará a otros, te bendecirá a ti!
Pastor Dale
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