Una de las realidades de nuestro viaje espiritual es la batalla espiritual. Como creyentes en Cristo Jesús, estamos expuestos a ataques espirituales.
El Apóstol Pablo trata con esta realidad:
“Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza.” – Efesios 6:10-13 (NVI)
El Apóstol Pedro nos dio un recordatorio similar:
“Tengan cuidado y estén siempre alertas, pues su enemigo, el diablo, anda como león rugiente buscando a quién devorar.” – 1 Pedro 5:8 (NBD)
La palabra Griega que usó Pedro para “devorar” quiere decir “tomárselo, ahogarse, desperdiciarse, ingerir, abrumar, tragar.” Se refiere a tomar, influenciar o quitar la energía de la vida de una persona de manera destructiva y catastrófica.
Debemos estar al pendiente de los objetivos del diablo si vamos a cuidarnos en contra de ellos.
Jesús dijo algo poderoso acerca de la agenda de nuestro adversario espiritual:
“El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia. “ – Juan 10:10 (NVI)
De acuerdo a Jesús, los ataques del enemigo están diseñados para robarnos los recursos que necesitamos, el matar las buenas cosas que Dios ha planeado para nosotros, y para destruir cualquier cosa que el Señor quiere edificar en y a través de nosotros.
Jesús también nos recuerda que Él nos hizo libres de la agenda espiritual de nuestro adversario. ¡Él vino a darnos vida! Él vino a revertir el trabajo del diablo. Esto ocurre cuando abrimos nuestras vidas a Él, y en oración le invitamos a Él para que haga su obra redentora en nosotros y en todas las áreas que impactan nuestras vidas.
Con esto en mente, yo te motivo a comenzar a orar por algo especifico. Empieza a pedirle a Jesús que:
- Te restaure todo lo que el diablo te ha robado.
- Resucite en ti todo lo que el diablo a matado en y a tu alrededor.
- Reconstruya en y a través de ti todas las cosas que el diablo ha destruido.
Jesús vino para redimirnos del trabajo de las tinieblas. ¡Invítalo a Él para que haga esto en ti!
Pastor Dale
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